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Gloria Silvia Orellana
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Teresa Alfaro, de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral, recordó en la Liturgia Eucarística del pasado domingo, que para Monseñor Romero evangelizar era una oportunidad para sembrar y dar frutos hacia paz y la solidaridad.
“Veamos la evangelización como ese elemento de la siembra, en donde Jesús dio un anuncio específico no sólo basta dar un buen ejemplo, porque el que se evangeliza se debe evangelizar también, y la comunidad se evangeliza para evangelizar después”, indicó.
“Una comunidad debe ser un grupo que reflexiona la palabra de Dios, como nos dijo Monseñor Romero, que debemos aprender a vivirla, para poder transmitirla e irradiarla y que esto debe ser en el hogar, el matrimonio, en el trabajo y en todos los lugares todos tenemos que ser apóstoles sembradores”, añadió Alfaro.
Alfaro recordó que Monseñor Romero dijo que “toda sangre y toda vida es sagrada y aún todo cuerpo inmolado bajo el asesinato”.
Durante la procesión de ofrendas presentaron la imagen del Beato Fray Cosme Sepessotto, que el 14 de junio de 1980 fue asesinado por unos hombres encapuchados, que eran autoridades militares en esa época.
El Beato Fray Cosme defendió siempre a la población más vulnerable, siendo párroco de la iglesia en San Juan Nonualco, La Paz. Cosme nació el 28 de enero de 1923 en Mansue, Italia, y fue beatificado el 22 de enero de 2022, y ahora sólo está esperando que culmine su proceso de beatificación por la Iglesia Católica.
“Cuando Jesús dice que salió el sembrador a sembrar su semilla, -predicó Monseñor Romero- todos nosotros deberíamos de decir esta hermosa palabra que seamos apóstoles y sembradores del Reino de Dios”, señaló Alfaro.
La Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral envió un mensaje a los “padres” este 17 de junio, a trabajar en sus hogares como el campesino en el terreno que prepara la tierra, para sembrar la semilla y que estas germinen para dar frutos que es la misma devoción de un padre con sus hijos e hijas, preservando el Reino de los Cielos.
