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Mirna Jiménez
Diario Co Latino
El exembajador de El Salvador en los Estados Unidos Rubén Zamora señaló ayer que al país le quedan dos escenarios para lograr una salida favorable para los afectados por la suspensión del TPS a partir de septiembre de 2019, pero que el punto clave está en el Congreso.
“Esta es una batalla política y hay que diseñar una estrategia: ¿cuál es la estrategia y cuáles son los campos que esta implica? Nosotros tenemos que ver tres escenarios de lucha: primero, es el Ejecutivo norteamericano, nos ha permitido que el país pase a ser noticia; segunda gran batalla, el Congreso de los Estados Unidos, y tercer escenario, el sistema judicial de Estados Unidos”, señaló el también exembajador de El Salvador ante Naciones Unidas, durante entrevista con canal 10.
Zamora dijo que El Salvador debe aprovechar el tiempo que le otorgaron en el proceso de cierre del TPS para cabildear en el Congreso y convencer a la mayor cantidad de congresistas sobre los motivos por los que es necesario que los compatriotas se queden en los Estados Unidos.
“Es una gran tarea, hoy tenemos 18 meses de lobby en el Congreso, ese es el punto, pero hay que preparar una estrategia, eso no es fácil. En Estados Unidos no es como aquí, que son los partidos, en ese país hay un Congreso donde cada congresista se considera con la libertad de decir y hacer como quiere, entonces hay que identificar congresista por congresista”, añadió.
Zamora dijo que es importante conseguir el apoyo de más de cien congresistas porque este respaldo encaminaría de manera importante cualquier iniciativa de reforma migratoria. Señaló además que la decisión tomada por el gobierno de Donald Trump se veía venir porque era una de las promesas de campaña a su base mayoritariamente antinmigración.
“Esta es una decisión política del Gobierno de los Estados Unidos. Era un planteamiento central, toda su campaña electoral, una de las claves que tuvo fue antinmigración… el problema es que Trump necesita políticamente dar algunos resultados y el resultado más fácil es agarrarla con Honduras, con Haití, con El Salvador y mandarles la gente de vuelta y decirle a su base, que es altamente antinmigracionista, que él está cumpliendo”, dijo Zamora.
En tanto, el canciller Hugo Martínez dijo que el Gobierno está trabajando ya en la cuarta etapa de la estrategia encaminada a evitar que los alrededor de 196,000 salvadoreños amparados bajo el programa TPS sean deportados de los Estados Unidos.
“Esta etapa tiene varios componentes pero quizás uno de los componentes más importantes es la gestión ante el Congreso de los Estados Unidos porque es la única instancia que puede otorgar un estatus permanente a través de una legislación y lo que estamos buscando ahora mismo es precisamente esa ley que le dé el paso a nuestros compatriotas de la condición temporal a una residencia”, señaló en comunicación telefónica con canal 10.
Martínez recordó que ya existen cinco iniciativas de ley para buscarle una salida legal a la situación que enfrentan millones de indocumentados en los Estados Unidos, cuatro en el Congreso y una más en el Senado.
“Esperamos que más congresistas de ambas cámaras se sigan sumando para lograr esa legislación antes del 9 de septiembre de 2019 para propiciar y hacer que encuentren esa solución a nuestros compatriotas”, destacó el funcionario.
Insistió el canciller que lo otorgado por el gobierno de Estados Unidos es una prórroga y no un ultimátum para los salvadoreños porque estos beneficiarios del TPS deben llevar a cabo todos los trámites para reinscribirse en el programa en marzo próximo, tal como se ha venido haciendo de manera rutinaria todos los años de su renovación.
