Lima/Prensa Latina
La oposición derechista escaló el viernes su ofensiva contra el presidente peruano, Pedro Castillo, al aprobar una moción que «exhorta» al mandatario a dejar el cargo, al cabo de un intenso debate legislativo.
La moción fue aprobada por menos de la mitad del total de congresistas (61 sobre 130, frente a 43 en contra y una abstención) y enfrentó a los partidarios del pronunciamiento y, según el diario La República, “fue un gesto político sin efecto real”.
Legisladores del campo progresista incidieron en señalar que la moción responde a los monopolios y otros intereses a los que sirven las bancadas de derecha y calificaron de o absurda la pérdida de tantas horas a una discusión inútil, en vez de enfocarse en la búsqueda de soluciones a la grave crisis social.
El texto acusa a Castillo de desaciertos, de carecer de capacidad para gobernar y de elegir como altos funcionarios a personas poco idóneas y el largo debate escenificó la insistencia en esos criterios y en invocar un supuesto sentimiento casi unánime por la dimisión, lo cual no reflejan las posturas de diversos sectores políticos.
La votación confirmó que el afán de defenestrar al gobernante sigue sin lograr los dos tercios (87 sobre 130) requerido para vacar (destituir) a Castillo, objetivo fracasado en dos oportunidades.
La conservadora presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, declaró que la única salida a la crisis es la renuncia de Castillo, obviando el hecho que encuestas cuyos críticos consideran sesgadas contra el presidente, asignan a este una alta desaprobación, pero un rechazo mayor al Congreso que ella preside.
Además, diversas encuestas evidencian que más del 80 por ciento de los consultados opinan que, si cesara el presidente, debería convocarse a elecciones generales, es decir presidencial y congresales.
También ayer, una masiva marcha de la Confederación General de Trabajadores (CGTP) que exigió a Castillo corregir errores, cesar la represión a las protestas sociales y cumplir su promesa electoral de cambios, marcó distancia de una previa convocada por la extrema derecha con la consigna de pedir la renuncia del mandatario.
Los manifestantes se pronunciaron contra lo que llaman golpismo y exigieron el cierre del Parlamento, por considerarlo obstruccionista y dedicado casi exclusivamente a buscar el retiro de Castillo.
El gobernante visitó ayer la ciudad centroandina de Huancayo, escenario de la mayor protesta, y donde el Consejo de Ministros avanzó acuerdos de solución a las demandas sociales.