Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El ascenso al cerro es difícil para los familiares de la familia Chicas, que esperan de las exhumaciones una respuesta de justicia para sus parientes a los que arrebataron su vida en la masacre en el caserío El Barrial, en Cerro Pando, municipio de Meanguera, Morazán.
Han pasado cuatro décadas sin obtener justicia para sus familiares que se encuentran en un laberinto de retrasos y procesos judiciales.
El Cerro Pando forma parte de los sitios aledaños a la Masacre de El Mozote, perpetrada en diciembre de 1981, que cobró la vida de alrededor de mil personas en su mayoría niños, niñas, adolescentes, mujeres y adultos mayores.
La “Operación Limpieza” es solo un eufemismo a un Crimen de Lesa Humanidad, considerada de las más mortíferas en el último siglo, perpetrada por la Fuerza Armada que gozó del apoyo del Estado en esa época y en actualidad.
El pequeño cerro luce su monte crispado y seco, por la ausencia de lluvias, es verano o mejor dicho época deca. Solo el viento se atreve a llevarse las hojas y semillas superficiales más allá de la cueva de la Luna.
María Juana Chicas resume de forma sencilla todo el terror que vivió en la masacre.
“Corrimos y corrimos, teníamos cinco minutos de ventaja y llegamos lejos y luego seguimos y llegamos hasta La Unión, que también estaba peligroso pero no como aquí. Me fui y no volví jamás… era el miedo que sentíamos, pero ahora hemos venido a ver si encuentran las niñas y las enterramos”, manifestó, armada del valor que implica la ausencia de la guerra.
David Morales, abogado de Cristóbal, que representa a las víctimas, expresó que el proceso de exhumaciones de El Mozote y sitios aledaños, es un proceso ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), y que además el Estado tiene la obligación de hacer un mapeo de posibles sitios de inhumación de restos para ordenar sus exhumaciones, pero esta actividad estatal no se ha hecho a la fecha. “La noticia de dos fosas más, con víctimas de la Masacre de El Mozote y sitios aledaños, se ha acreditado al tribunal Segundo de Instrucción de San Francisco Gotera), por La Comisión Nacional de Niñas y Niños Desaparecidos, comisión creada en el 2010 y también por orden de la Corte IDH, en el caso Serrano Cruz “, explicó.
Las exhumaciones en Cerro Pando y La Joya contará con el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), junto a miembros del Instituto de Medicina Legal.
“En ambos lugares asesinaron a 16 personas en Cerro Pando y cinco más en La Joya, que se trabajarán en las próximas dos semanas. La mayoría de los asesinados fue responsabilidad del Batallón Atlacatl”, puntualizó Morales. Los horarios de la exhumación será de 7 de la mañana a 4 de la tarde, durante la semana informó Silvana Turner, del Equipo Argentino de Antropología Forense, luego que familiares de las víctimas señalaron el lugar como sitio de enterramiento en 1981, en el marco de la Masacre de El Mozote y sitios aledaños.
Debe estar conectado para enviar un comentario.