Bogotá / Prensa Latina
El cese del genocidio contra líderes campesinos y políticos es hoy una de las exigencias más comunes en Colombia realizadas por el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), entre otros movimientos.
La organización política surgida tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, denunció que la noche de este sábado fue asesinado Diego Campo, candidato a la Asamblea del departamento de Nariño en las elecciones del 27 de octubre pasado.
Mediante la red social Twitter, la FARC informó sobre el suceso, hecho que tuvo lugar en la ciudad de Corinto, departamento del Cauca, en el suroeste de la nación neogranadina.
‘No hay garantías para el ejercicio de la política para las y los firmantes de la paz. Asesinaron a Diego Fernando Campo en Corinto, #Cauca, excandidato a la asamblea departamental de #Nariño. Que pare el genocidio’, escribieron los representantes del partido en la plataforma digital.
En ese sentido, el miembro de la dirección nacional y distrital de la FARC Sergio Marín, insistió desde Twitter en la necesidad de poner fin al ‘genocidio contra militantes de nuestro partido, firmantes de paz, líderes sociales e indígenas’, escribió.
Por otra parte, medios locales confirmaron el asesinato, además, del líder campesino Carlos Arenas, en el departamento de Tolima, ubicado en al cetro de Colombia.
Al respecto, el comandante del Departamento de Policía en Tolima, Rodolfo Carrero, explicó a la prensa que el homicidio del reconocido defensor del páramo del municipio Santa Isabel y guía turístico, ocurrió en una zona rural de Totare.
Asimismo, el coronel agregó que las pesquisas determinaron que Arenas falleció producto de impactos de armas de fuego.
Datos emitidos por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, precisan que desde 2016 hasta el tercer trimestre de 2019 en Colombia fueron asesinados 738 personas, entre líderes sociales y defensores de derechos humanos.