Yaneth Estrada
@caricheop
El exdirector del IDHUCA, abogado y politólogo Benjamín Cuéllar consideró que existe un retroceso, en materia de Derechos Humanos, en el país y más si se toma en cuenta la propuesta de Ley para Reconciliación de Víctimas del Pasado Conflicto Armado, que actualmente se estudia en la Asamblea Legislativa.
Dicha propuesta de Ley también recibió una advertencia, de parte de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ya que podría conducir a una “amnistía absoluta e incondicional”, de violaciones cometidas durante la pasada guerra civil (1980-1992).
Ante esto, el experto señaló que esta propuesta del diputado del PDC Rodolfo Parker (implicado según el informe de la Comisión de la Verdad de favorecer a militares), contiene elementos muy preocupantes y delicados, como el citado en el segundo apartado que asegura que acá “todos estamos reconciliados”; desde que el FMLN entregó las armas y se hizo partido político, lo mismo con la Fuerza Armada y los Gobiernos de ARENA que aprobaron reformas y crearon las instituciones para garantizar el respeto a los derechos humanos.
“Esto quiere decir que la Firma de los Acuerdos de Paz, en 1992 es la mejor garantía de reconciliación, porque no se han repetido los hechos, pero en realidad siguen habiendo desaparecidos, masacres atroces y desplazamientos forzados, eso quiere decir que algo en el país no funciona”, recalcó Cuéllar.
Amnistía para valientes
Además, explicó que primero se debe parar de hablar de justicia transicional, porque nadie entiende de eso y lo que es más fácil de entender es que la amnistía, es una figura reconocida por el derecho internacional y admitida para hechos ocurridos dentro de una guerra, en combate y lo hace respetando las leyes de la guerra; por eso se dice que “la amnistía es para los valientes y no para los cobardes, porque los valientes respetan las leyes de la guerra”.
“Entonces al no respetar la ley de la guerra y matar a niños, jóvenes, mujeres, ancianos y sacerdotes, como el Padre Rutilio Grande quien cumplió 42 años de su martirio, eso sí merece castigo y no amnistía, porque es algo completamente diferente, porque son crímenes de guerra, atroces que deben ser juzgados y deben tener penas ejemplares. Y dirán para qué penas ejemplares, para que no se repitan, porque de lo contrario se manda un mal mensaje sobre la justicia del país y de cómo no se aplica a todos por igual“, destacó.
También recordó que en el país se dio la primera amnistía en 1932, luego de la masacre bajo el mandato de Maximiliano Hernández Martínez, otra se aprobó después de la guerra civil en 1993, declarada inconstitucional en 2016 por la Sala de lo Constitucional, y ahora se busca una tercera. “Con esto se mandó el mensaje que los perpetuadores de la justicia pueden estar tranquilos, porque los crímenes de lesa humanidad o las graves violaciones a los derechos humanos no se juzgan, las victimas no tienen justicia del Estado y lo peor es que lo pueden seguir haciendo”.