Por Liliana Samuel
Buenos Aires/AFP
Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en tener en órbita un satélite geoestacional de construcción propia, el Arsat-1, que fue lanzado exitosamente desde la Guayana francesa para ofrecer servicios de telecomunicaciones al Cono Sur.
«El Arsat 1 se lanzó con éxito al espacio», dijo la presidencia en un comunicado de prensa dado a conocer el pasado jueves.
El satélite despegó a las 21h44 GMT a bordo del cohete francés Ariane desde la base de Kurú de Guayana francesa y luego se desprendió también exitosamente hasta quedar en una órbita de transferencia, a 300 km del nivel del mar.
Técnicos y científicos se abrazaron y celebraron en la base de control en el momento en que el satélite se desprendió de la estructura del cohete, según la transmisión oficial por televisión.
«Hoy es un día histórico por el lanzamiento del Arsat 1, un satélite construido con tecnología argentina, con una inversión de 270 millones de dólares y 1,3 millón de horas hombre», dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en rueda de prensa.
Agregó que «el 70% de un satélite son horas hombre trabajadas por científicos y técnicos de alta calificación».
El Arsat-1, con una potencia de 3.400 watts, fue desarrollado a lo largo de siete años y fabricado en la ciudad de San Carlos de Bariloche (1.650 km al sudoeste de Buenos Aires) por las estatales Invap y la empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ArSat).
Unos 400 especialistas participaron de la construcción del satélite geoestacionario que orbitará dando una vuelta completa en 24 horas, el mismo tiempo en que la Tierra da una vuelta completa sobre sí misma.
«Argentina se suma al selecto ‘club’ de países que producen este tipo de satélites, Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Eurozona», había dicho la presidenta Cristina Kirchner a fines de agosto cuando el satélite partió desde Bariloche para ser trasladado a Guayana.
Este primer satélite -hay otro en construcción-, con una vida útil estimada de 15 años, tendrá enfocada su máxima potencia sobre Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
Proveerá servicios de telefonía celular, televisión digital, internet y transmisión de datos y permitirá llegar a zonas aisladas o con baja señal.
Made in Argentina
«Es un hito histórico para Argentina. Es el primer satélite de telecomunicaciones, diseñado, construido y fabricado en nuestro país, por científicos y técnicos argentinos. Además será la primera vez que un país latinoamericano dirija la puesta en órbita de un satélite geoestacionario», indicó el gobierno.
El diseño total del satélite fue realizado en Argentina, así como la integración de las partes, la construcción de los paneles y la estructura con tecnología especial de fibra de carbono, precisó la Facultad de Ciencias Exactas.
Algunas partes fueron compradas al exterior, como la carga útil adquirida a Francia y la propulsión, a Alemania, mientras que la computadora de actitud, «el corazón del satélite», fue desarrollada por el INVAP, al igual que el software con el que se opera, señaló el informe de Exactas.
«Este es el rol estratégico del Estado para preservar ante la Unión internacional de Telecomunicaciones la órbita satelital. Es un ejercicio de soberanía satelital, un ejercicio de responsabilidad diseño y ejecución por parte del estado», destacó Capitanich.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) envió una carta de felicitaciones al gobierno de Kirchner por el emprendimiento en la que señaló que Argentina «se establece como un ejemplo para los países en desarrollo».
En órbita
A partir de ahora, personal de las empresas INVAP y ARSAT controlarán el satélite y realizarán las operaciones para posicionarlo a 36.000 km de la Tierra en la posición 71,8 grados oeste.
«Luego del lanzamiento tenemos unos 10 días de órbita de transferencia hasta llegar a la órbita geoestacionaria», explicó José Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales de la Estación Terrena Benavidez de Arsat, 50 km al norte de la capital.
El equipo de la estación de Arsat en Benavidez, localizada a 50 km al norte de Buenos Aires, quedará a cargo del control del satélite y de su operación durante toda su vida útil.
El cohete que puso en órbita al satélite argentino también llevó al espacio a otro satélite, el Intelsat 30, señaló la compañía Arianespace en un comunicado.