Bogotá/AFP
El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, cure preso en Estados Unidos, pilule fue sentenciado este viernes en Colombia a ocho años de cárcel por 1.426 crímenes, entre homicidios, violaciones y desapariciones forzadas, junto con otros 11 líderes de esas milicias de extrema derecha, informó la Fiscalía.
En esta segunda sentencia en Colombia contra Mancuso y otros exparamilitares en menos de un mes, se identificaron «patrones de criminalidad» perpetrados por las divisiones regionales de estas milicias, agrupadas en los bloques Catatumbo, Norte, Córdoba y Montes de María, que delinquían en el noreste y norte de Colombia.
Las conductas compartidas incluían «desaparición, desplazamiento forzado, violencia sexual basada en género, reclutamiento ilícito y homicidio», dijo en rueda de prensa Caterina Heyck, funcionaria de la Fiscalía experta en el tema.
Además, la sentencia tuvo en cuenta prácticas como «abortos forzados» y la utilización de «hornos de cremación» para desaparecer los cuerpos de las víctimas, agregó Carlos Villamil, director de Justicia Transicional de la Fiscalía colombiana.
Como Mancuso llegó a ser uno de los máximos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en momentos de su máximo despliegue por el país en las décadas de 1990 y 2000, fue encontrado responsable por los crímenes de los escuadrones que dirigía, así como otros comandantes de grupo de las AUC.
El documento que agrupó los crímenes cometidos contra 8.347 víctimas, también sentenció a José Bernardo Lozada («Mauro») y Jorge Iván Laverde («El Iguano»), comandantes del Bloque Catatumbo; además de Hernando de Jesús Fontalvo («El Pájaro») y Sergio Manuel Córdoba («El Gordo»), comandantes del Bloque Córdoba.
Otros exparamilitares incluidos en la sentencia fueron Uber Bánquez («Juancho Dique»), comandante del Bloque Montes de María, y los jefes del Bloque Norte Édgar Fierro («Don Antonio»), José Gregorio Mangonez («Carlos Tijeras»), Oscar José Ospino («Tolemaida»), Miguel Ramón Posada («Rafael»), Leonardo Enrique Sánchez («El Paisa») y Julio Manuel Argumedo («Gabino»).
Sin «efectos reales»
La pena se profirió en el marco de la llamada Ley de Justicia y Paz, una norma que beneficia a excombatientes de milicias de derecha, desmovilizados masivamente entre 2003 y 2006, durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Mancuso fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008 por falta de cooperación con la justicia -según el gobierno de entonces- y cumple una condena a 24 años de cárcel por narcotráfico en ese país.
Según fuentes de la Fiscalía, el fallo judicial de este viernes significa que Mancuso deberá pagar ocho años de cárcel más una vez regrese a Colombia tras haber cumplido la sentencia estadounidense.
Sin embargo, para otros exparamilitares ya recluidos en Colombia que están próximos a salir de prisión, la condena no les suma años de cárcel sino que hace oficial la pena máxima de ocho años contemplada por la norma, los obliga a la reparación de las víctimas y establece responsabilidades.
«Aunque no tiene efectos reales porque los condenados ya están privados de la libertad, es un avance en términos de verdad, de conocer los delitos cometidos y de conocer qué fue lo que sucedió», señaló a la AFP Francisco Bernate, abogado penalista de la Universidad del Rosario.
Unas 9.500 víctimas de estas milicias de extrema derecha que, en su afán de combatir guerrillas de izquierda cometieron cientos de masacres contra civiles, tendrán que ser reparadas de acuerdo con el fallo.
Para llegar a esta sentencia, dictada por un tribunal creado en el marco de la ley, «se exhumaron 1.118 cuerpos de los cuales 525 ya han sido entregados a familiares», indicó Heyck.