Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
David Munguía Payés -exministro de Defensa Nacional y de Justicia y Seguridad Pública- enfrentará el proceso penal en su contra en arresto domiciliario, dictaminó ayer la jueza del Tribunal Especializado de Instrucción “A”.
Al exfuncionario acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) por supuestas agrupaciones ilícitas, incumplimiento de deberes y actos arbitrarios en el marco del proceso conocido como “Tregua entre pandillas”, se le impuso el pago de una caución económica de $10,000 para que pudiera guardar arresto en su vivienda.
Según detalló un representante del equipo fiscal, la jueza basó su decisión en “principios humanitarios”, considerando que el ex ministro tiene padecimientos de salud que lo vuelven propenso a contagiarse de COVID-19.
El fiscal enfatizó en que la juzgadora validó los elementos probatorios en contra del imputado, por lo que aclaró que la decisión de que guarde arresto en su domicilio no tiene que ver con deficiencias en la acusación.
La detención en el domicilio del exministro será supervisada por una persona particular o familiar de este, que tendrá la obligación de informar y confirmar al tribunal el cumplimiento de la medida y la Policía Nacional Civil también podrá hacer inspección periódica del arresto, según informó el abogado defensor Manuel Chacón.
El abogado dijo sobre el pago de la caución económica que se realizaría de forma inmediata para que el exfuncionario cumpliera con la medida dictada.
Según la tesis fiscal, entre finales de 2011 hasta mediados de 2014, David Munguía Payés permitió una serie de actos ilegales al interior de centros penales, que eran parte de los beneficios pactados con líderes de pandillas a cambio de una drástica baja en el índice de homicidios.
La FGR también acusa al expresidente Mauricio Funes, porque supuestamente fungió como facilitador de la denominada “Tregua entre pandillas”, que desde la esfera política se llamó “proceso de pacificación”.
De acuerdo a declaraciones del equipo fiscal, en la “tregua” la incidencia de homicidios fue menor, pero delitos como la extorsión o la desaparición se incrementaron y la capacidad operativa de las pandillas también se fortaleció.