Caracas/PL
A medio camino entre la esperanza y la incertidumbre, millones de ciudadanos permanecen expectantes respecto al diálogo Gobierno-oposición por la paz en Venezuela, cuyos resultados preliminares se anuncian hoy.
Con auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas, el acompañamiento del Vaticano y la mediación del exjefe del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, más los expresidente Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana), el encuentro comenzó el 30 de octubre último.
Sin embargo, de manera evidente o solapada, las mismas organizaciones opositoras que se sentaron a la mesa mueven los hilos de la violencia para desestabilizar el país, boicotear el proceso pacificador y descabezar al Gobierno Bolivariano.
Un botón de muestra es el diputado a la Asamblea Nacional (de mayoría opositora), Freddy Guevara, coordinador del partido Voluntad Popular, que anunció para mañana una movilización para tomar el Palacio de Miraflores (sede del Gobierno), si este viernes el presidente Nicolás Maduro no renuncia.
Su posición es secundada por otros disidentes, que organizaron un foro en esta capital solo para coordinar las acciones de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), si los primeros resultados no les satisfacen.
En ese contexto, el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, negó que las partes puedan encontrar soluciones democráticas a sus diferencias e indicó que la MUD y la Asamblea continuarán con su agenda, si los resultados no comprenden la salida del jefe de Estado.
De igual modo se pronunció la organización Vente Venezuela, liderada por María Corina Machado, al declarar por medio de un comunicado que se niega a aceptar cualquier acuerdo, si no se realiza un referendo revocatorio en 2016 y se inicia un juicio político contra Maduro.
En caso contrario, abogamos por aplicar la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos a Venezuela y realizar protestas cívicas, desafiantes y permanentes en las calles, afirmó la dirigente en conferencia de prensa.
Ello, más innumerables tentativas de motines armados, convocatorias a la violencia y componendas injerencistas a instancia de Ramos Allup, es denunciado constantemente en las movilizaciones organizadas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los 24 estados de la República.
A propósito, esta semana el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, alertó en Barcelona, estado Anzoátegui, de las verdaderas intenciones de la derecha, a la cual acusó de sumisa y apátrida por acceder al diálogo ‘solo porque se lo ordenaron quienes los financian y dirigen desde Estados Unidos’.
La oposición, dijo, cree que nos engaña al sentarse a dialogar, pero con sus chantajes y exigencias se descubre, solo trata de buscar atajos y de violar la Constitución para tratar de salir del mandatario.
Van a tener que enfrentar al pueblo movilizado, porque no aceptaremos nada fuera de nuestras leyes, subrayó.
La posible concertación entre las partes para continuar el camino de la negociación recibe reiteradas muestras de respaldo popular, y también de otros países y organizaciones internacionales, sobre todo porque consideran que evitará enfrentamientos civiles y preservará la paz.
Maduro reiteró la víspera, durante un acto de entrega de viviendas en el estado Trujillo, que el diálogo busca puntos de encuentros para garantizar justicia, respeto a los poderes públicos y la convivencia pacífica, para superar la actual situación económica de la nación.
Creemos en la democracia y la paz para manejar nuestros asuntos, y nunca abandonaremos ese camino, aunque la oposición continúe minándolo, declaró.