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China será el “gran ganador” de la guerra comercial del presidente Donald Trump, ya que tiene más opciones a su disposición que Estados Unidos, señaló un profesor de economía de la UAM de la Ciudad de México.
“Creo que hemos visto muy, muy claramente que los aranceles, principalmente por parte de Donald Trump, no van a llevar al gobierno chino, y especialmente al sector industrial chino, a someterse a los tipos de controles y limitaciones que a Estados Unidos le gustaría imponerles”, dijo David Barkin durante una entrevista con el programa The Debate de Press TV.
“Debemos entender que los chinos tienen muchas más opciones a su disposición que Estados Unidos. Los chinos están aprovechando esta oportunidad para diversificar y fortalecer sus lazos con otros países del mundo y están creando una nueva dinámica muy importante al reutilizar los productos que obtuvieron de Estados Unidos anteriormente y devaluar su moneda. Estados Unidos no está en una posición tan fuerte como la de los chinos y estos se asegurarán de que las sanciones que Washington busca imponer sean más perjudiciales para la comunidad empresarial estadounidense que para ellos”, agregó.
Luego describió a China como el “gran ganador” de la guerra comercial. “Los chinos están jugando a una especie de juego de solidaridad con el resto del mundo. Continúan su iniciativa del Cinturón y la Ruta. Están estimulando las relaciones comerciales y financieras internacionales con una serie de nuevos socios en todo el mundo y están en condiciones de redirigir a una gran parte de la economía mundial, no solo en lo referente a China sino también a otros países del mundo, hacia un nuevo sistema global”, que no estará dominado por Estados Unidos ni por el dólar.
“Creo que desde la perspectiva de la comunidad empresarial de Estados Unidos, ellos sienten que (la guerra comercial) no vale la pena por el precio que estarán obligados a pagar”.
“Lo interesante de eso, creo, es que Europa se está convirtiendo en un espectador en esta guerra y se ha distanciado de las tesis de Estados Unidos”, dijo Barkin. Países europeos, como Alemania, también buscan incrementar sus relaciones con China.
Por su parte, George Szamuely, investigador principal del Instituto de Política Global de Budapest, admitió que Estados Unidos ha perdido su influencia económica en el mundo.
“China ha eliminado gran parte de la industria de Estados Unidos, debilitado las instituciones económicas que este controla y, a través de sus iniciativas como “el Cinturón y la Ruta”, está rivalizando con Estados Unidos como potencia económica y financiera. Estados Unidos ahora tiene mucho menos influencia en el mundo que antes ”, dijo.
En el pasado, China no era un rival militar ni un rival económico serio para Estados Unidos, dijo Szamuely. Ahora China sobrepasará en breve a Estados Unidos como primera potencia económica mundial.
“Ahora Estados Unidos tiene un problema real en sus manos porque China está creando un orden económico y financiero alternativo y está aliada con Rusia, que es un serio rival militar de Estados Unidos. De este modo, la configuración global se inclina en contra de Estados Unidos”, dijo.
– Empresas estadounidenses dañadas por la guerra comercial de Trump –
La mayoría de las compañías estadounidenses que operan en China dicen que se han visto afectadas por la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, pero no planean salir del rentable mercado chino, según una nueva encuesta realizada por un destacado grupo estadounidense.
Alrededor del 81 por ciento de las empresas estadounidenses informaron que se vieron afectadas por las tensiones comerciales entre Washington y Pekín, en comparación con el 73 por ciento de 2018, dijo el Consejo Comercial Estados Unidos-China (USCBC) en su encuesta anual publicada la semana pasada.
Casi la mitad de las empresas estadounidenses, el 49 por ciento, dicen que han perdido ventas debido a los aranceles que China ha impuesto a los productos estadounidenses en represalia por las tasas de importación fijadas por la administración Trump, dijo el grupo, que representa a más de 220 empresas estadounidenses, que van desde Boeing hasta Archer Daniels. Midland y Hewlett Packard.
“Si bien no se espera un éxodo masivo de China, las continuas tensiones en la relación entre Estados Unidos y China han creado un campo de juego inestable y las acciones de represalia de las autoridades chinas contra las empresas estadounidenses están creando un ambiente comercial cada vez más incierto”, dijo el grupo.
La encuesta mostró que el 47 por ciento de las empresas norteamericanas creen que las autoridades chinas están utilizando la burocracia, incluidas las regulaciones y licencias, para discriminarlas.
Y el 40 por ciento dice que ha perdido ventas en China porque las empresas chinas desconfían de hacer negocios con empresas estadounidenses en medio de las hostilidades comerciales, un aumento de siete veces con respecto a 2018.
A pesar de esto, el 88 por ciento afirma que no tiene planes de salir de China, y el 97 por ciento señala que sus negocios con China siguen siendo rentables.
Pero el optimismo en China está disminuyendo a medida que la guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensifica y el proteccionismo en el mercado interno de Estados Unidos persiste. Solo el 52 por ciento espera que sus ingresos en China aumenten este año, por debajo del 78 por ciento del año pasado. Se trata de la cifra más baja registrada por la encuesta anual, que se remonta a 2010.
“La guerra comercial está perjudicando a las compañías estadounidenses”, dijo el presidente de la USCBC, Craig Allen, ex funcionario del gobierno de Estados Unidos y experto en China. “Perder cuota de mercado es fácil y recuperarla es muy, muy difícil. Estos costos son reales y potencialmente son a largo plazo”, sentencia.
