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Explotación y discriminación se perpetúan en las maquilas

Saúl Méndez
Colaborador

La Asociación de Mujeres Transformando El Salvador denunció, en el marco del Día Nacional de la Persona Trabajadora de Maquila, las condiciones laborales adversas a las que se enfrentan miles de mujeres en el rubro textil. La asociación enfatizó la importancia de reconocer el aporte de las trabajadoras en el desarrollo de las economías familiares y su impacto en la industria y la economía del país.

Según el estudio “Mujeres en la Maquila Textil: Cuerpos, Vidas y Resistencias” realizado por la organización en el 2023, el 45% de las trabajadoras del textil laboran de 8 a 12 horas, mientras que el 48% de las bordadoras trabajan de 12 a 16 horas. El 94% afirmó que su salario no es congruente con el tiempo y el trabajo realizado.

Ante la situación de explotación, la directora ejecutiva de Mujeres Transformando, Montserrat Arévalo, dijo que es importante fortalecer el “ejercicio de defensa de derecho” de las mujeres organizadas.

“Creo que es importante, a varios niveles, la intervención del Estado en el tema de que la institucionalidad funcione. Que puedan ir las obreras al Ministerio de Trabajo en búsqueda de justicia y que esta sea pronta y cumplida”, declaró Arévalo.

Las maquilas deben cumplir con las normativas internacionales en materia de derechos humanos y laborales, indica la Asociación de Mujeres Transformando de El Salvador. Foto: Cortesia ArpasMarilyn Navarro, coordinadora del área de ciudadanía, dijo que los “retos y riesgos” en el sector textil siguen siendo significativos a pesar de los “avances en las condiciones laborales”.

“Detrás de cada puntada que realizan se esconde una jornada de trabajo extenuante, fábricas calurosas, descansos escasos, discriminación basada en género, complicaciones y enfermedades relacionadas a sus condiciones laborales, humillaciones y maltratos por parte de los supervisores y sanciones o despidos por organizarse”, apuntó Navarro.

Karla Ortiz, una trabajadora de maquila organizada, afirmó que uno de los desafíos más grandes para las trabajadoras organizadas es el temor a perder el trabajo y la discriminación que sufren las mujeres organizadas en la sociedad.

“La comunidad nos dice que porque salimos a organizarnos, que si no tenemos que hacer en la casa, que si no tenemos que cuidar a los hijos. Claro, nosotras las mujeres cuidamos desde las mascotas, los hijos, el esposo, los enfermos, los adultos mayores”, relató.

“Las mujeres no hacemos trabajo solamente en la maquila, sino que el fin de semana hay que ir a hacer lavados, hay que ir a una tienda a trabajar para así cubrir nuestros gastos de la mensualidad en el hogar”, explicó la trabajadora.

Además, señaló que el acceso a la educación y a los medios electrónicos también representan un desafío.

Ortiz destacó la importancia de compartir el conocimiento sobre temas de derechos laborales a generaciones más jóvenes para evitar las situaciones de violencia y acoso laboral.

La asociación detalló que la gran mayoría de obreras del textil plantean que el trabajar en las empresas de las zonas francas no les brinda ningún beneficio económico, social o familiar.

Mujeres Transformando también se refirió a la desigualdad de género presente en la industria como el principal impulsor de la violencia, la discriminación y el acoso en el trabajo.

“Aunque la distribución por género de las personas ocupadas en el sector textil (56% mujeres y 44% hombres) parece en primera instancia una distribución igualitaria, los hombres predominan en puestos especializados como auditoria, coordinación y técnicos, mientras que las mujeres soportan una carga desproporcionada tanto en el trabajo como en hogar”, mencionó Navarro.

La organización aseguró que, mientras que las maquilas celebran sus “éxitos económicos” y el panorama mediático promociona los logros del “Modelo Bukele”, las trabajadoras luchan por sobrevivir en un sistema que las “deshumaniza” y las reduce a “meras máquinas de producción”.

“Los impuestos que no pagan las empresas maquiladoras en las zonas francas, los pagan las trabajadoras con enfermedades crónicas, maltratos, discriminación y condiciones de vida precarias”, añadió Navarro.

Trabajadoras organizadas argumentaron que los datos reflejan una realidad donde las leyes existentes no son suficientes para proteger a las mujeres del área textil.

La Asociación de Mujeres Transformando El Salvador hizo un llamado urgente a las autoridades gubernamentales, empresarios y a la sociedad civil para mejorar las condiciones laborales y garantizar salarios justos y dignos.

Asimismo, pidieron implementar los Centros de Atención a la Primera Infancia (CAPI), ratificar el Convenio 189 y 177 de la OIT y contabilizar la Licencia de Maternidad para el cálculo de la pensión.

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