QINGDAO/Xinhua
Desde el camarón ecuatoriano hasta el cangrejo real ruso, gozar del sabor del mar nunca ha sido tan fácil como ahora para el consumidor chino. Sin embargo, para los exportadores que intentan acceder a este mercado de rápido crecimiento, no basta con solo ofrecer productos de buena calidad.
En la Exposición de Pesquería y Mariscos de China (CFSE, siglas en inglés), que se realiza del miércoles al viernes en la ciudad costera de Qingdao de la provincia oriental de Shandong, exportadores de todo el mundo están haciendo todo lo posible por atraer a los cada vez más sofisticados clientes chinos.
«Cuando están en casa, los consumidores chinos no suelen asar el pescado a la parrilla u hornearlo al estilo de los estadounidenses o europeos. En cambio, lo cuecen al estilo ‹hot pot› (olla caliente) o incluso en platos al vapor», explica Jeff Welbourn, director de desarrollo de nuevos negocios en China para Trident Seafoods, empresa de frutos del mar con sede en Estados Unidos.
«Debemos tomar en cuenta la forma en que la gente come el pescado aquí y asegurarnos de desarrollar productos que sean interesantes para ellos», agrega.
Para satisfacer la demanda de los consumidores chinos, quienes se toman muy en serio su salud, la compañía se está esforzando por garantizar la calidad del producto desde el origen hasta el plato, utilizando la gestión de la cadena de suministro para seducir al mercado chino, diverso y de rápido crecimiento, asegura Welbourn.
A medida que crece el nivel de ingresos, más personas ahora buscan garantizar un menú diversificado en sus mesas, lo cual se traduce en una demanda cada vez más fuerte de mariscos de alta calidad.
El rápido desarrollo del comercio electrónico ha contribuido a la popularidad de los productos del mar, con compañías como JD.com y Alibaba prometiendo entregar mariscos frescos a domicilio en cuestión de horas, especialmente en las ciudades grandes.
Para los exportadores mundiales, el creciente apetito de China por los mariscos significa oportunidades de negocio. Las importaciones de mariscos del país aumentaron un 24,8 por ciento interanual en términos de dólares, según datos oficiales.
«China es un mercado tan grande que hay espacio para todos», afirma Roberto Coronel Kronfle, de Pesquera Industrial Santa Priscila, una compañía ecuatoriana especializada en camarones.
La empresa calcula que más del 70 por ciento de sus ventas totales de este año corresponderán a China.
El estand de Santa Priscila en la exposición está junto al de varios otros exportadores de camarón ecuatoriano, todos asediados por importadores pidiendo cotizaciones.
Para ganarse a los compradores, cada empresa ha desarrollado sus propias tácticas. José Luis Salvador, gerente de ventas de Alimesa, otra exportadora camaronera del país suramericano, dice que la compañía tiene una ventaja competitiva en el control de calidad, así como un compromiso de entregar a tiempo.
«Cada cliente tiene una fecha determinada para el envío. Eso es muy importante ahora, por lo que debemos estar preparados y empacar todo de acuerdo con las necesidades específicas de nuestros socios», complementa.
Para algunas empresas, la clave del éxito en China es centrarse en un nicho de mercado. Future Cuisine, un productor y exportador neozelandés de mariscos de alta calidad, está enfocado en consumidores interesados en lo mejor que el mar tiene para ofrecer, para lo cual promociona el salmón rey, uno de los productos insignia de ese país.
Para otros, el truco está en el empaque. Vivian Zhang, gerente de KONO Pure NZ Trading (Shanghai), una subsidiaria de Kono, un productor y exportador de mejillones de concha verde también de Nueva Zelanda, revela que la firma diseñó un embalaje pequeño para satisfacer a los clientes minoristas, quienes a menudo prefieren hacer compras en línea.
«Los consumidores chinos se están haciendo cada vez más sofisticados. Es una oportunidad que no podemos darnos el lujo de desaprovechar», afirma Zhang. Fin