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El expresidente de Uruguay Tabaré Vázquez falleció este domingo a la edad de 80 años, tras padecer un cáncer de pulmón detectado en agosto de 2019 y a ocho meses de haber finalizado su segundo mandato presidencial, confirmó hoy su familia.
«Hoy, a la hora 03H00 hora local, mientras descansaba en su hogar, acompañado de algunos familiares y amigos, por causa de su enfermedad, falleció Tabaré», escribió a primera hora de la mañana en Twitter su hijo, Álvaro Vázquez.
«En nombre de la familia, queremos agradecer a todos los uruguayos el cariño recibido por él a lo largo de tantos años», agregó Álvaro, médico oncólogo y quien ofició los últimos días de vocero de la familia.
Tabaré Vázquez Rosas nació en un barrio obrero de Montevideo, el 17 de enero de 1940. Se graduó de Medicina en Uruguay y, más adelante, completó estudios en Francia.
Ya en la época estudiantil se sumó a una de las organizaciones que devinieron parte del Frente Amplio y, tras las dictadura militar (1973-1985), continuó en la política desde la dirección del Partido Socialista catapulta desde donde, bajo la bandera del Frente Amplio, fue electo intendente (equivalente a alcalde) de la capital uruguaya, Montevideo, en 1989.
En noviembre de 1994, como candidato de la coalición electoral Encuentro Progresista, en la que se integró el Frente Amplio, quedó en tercer lugar en las elecciones presidenciales, con el 30,6 por ciento de los votos.
Aunque en la primera vuelta de 1999, ganó las elecciones, para el balotaje, el candidato del Partido Colorado, Jorge Batlle, logró el respaldo no solo de sus partidarios sino también de los blancos, para alzarse con el triunfo final con el 51,59 por ciento de los sufragios.
Vázquez había sido elegido presidente del Frente Amplio en 1996 y, tras luchas internas, en las cuales llegó a renunciar a la dirección partidista, se mantuvo al frente del mismo a partir de 2001 y ratificado como candidato a la presidencia del país para las elecciones de 2004.
Como candidato de la izquierda moderó su discurso moderado como parte del nuevo lenguaje de la época que no solo significaba el abandono, sino incluso la condena de la lucha armada de los tupamaros.
