San Francisco/AFP
Facebook explicó este lunes nuevas herramientas para luchar contra los intentos de manipulación política a través de contenidos patrocinados que se publican en la red, como contratar 1.000 personas o crear criterios más restrictivos para los anunciantes.
Tal y como se había comprometido, el grupo entregó el lunes al Congreso estadounidense el contenido de unos 3.000 mensajes («ads») publicados entre 2015 y 2017 financiados por «una entidad rusa llamada Internet Research Agency», de los que muchos, según Facebook, «parecen incrementar las divisiones sociales y raciales en Estados Unidos», escribió en un comunicado Joel Kaplan, encargado de estos temas.
A cambio de dinero, en las redes sociales y en los motores de búsqueda se puede dirigir mensajes a determinadas audiencias gracias a algoritmos creados sobre el perfil de los usuarios.
En este contexto, las autoridades estadounidenses investigan una posible injerencia rusa en la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos que llevó a la victoria a Donald Trump.
«Proporcionamos estos contenidos al Congreso porque queremos cumplir con nuestra tarea para ayudar a los investigadores a comprender mejor la injerencia rusa en el sistema político estadounidense y explicar esas actividades al público», indicó el grupo.
Facebook también detalló otras medidas para supervisar mejor los contenidos patrocinados. Además del contenido en sí mismo, el grupo prometió examinar mejor «el contexto en el que fue financiado y cuál fue la audiencia apuntada».
La compañía también desplegará «más de 1.000 personas en equipos encargados de supervisar los contenidos patrocinados en todo el mundo e invertirá más en el aprendizaje de las máquinas para identificar y suprimir mejor contenidos publicitarios».
Facebook también pondrá en marcha criterios más restrictivos para los anunciantes: además de prohibir «contenidos chocantes, amenazas directas» o mensajes que promuevan las armas de fuego, el grupo prohibirá contenidos patrocinados que expresen violencia «de forma más sutil».
La red social también quiere exigir más información por parte de anunciantes que quieran publicar mensajes «relativos a las elecciones nacionales estadounidenses».
«Los anunciantes potenciales tendrán que confirmar a qué empresa u organización representan antes de poder comprar» un espacio publicitario, indicó.
Se trata de «hacer más difíciles los intentos de injerencia», señaló Facebook, en el punto de mira del Congreso en este asunto, al igual que Twitter y Google.
El vicepresidente de comunicaciones de Facebook, Elliot Schrage, publicó el lunes respuestas a «preguntas difíciles» provocadas por los anuncios rusos.
La red social estimó que 10 millones de personas en Estados Unidos vieron esas publicidades. Muchas de ellas no violaron las reglas de Facebook sobre el contenido, pero sí rompieron una política que prohíbe a las cuentas ocultar quiénes las están ejecutando.
«Eso significa que (…) si hubieran sido realizados por individuos auténticos, de cualquier lugar, podrían haber permanecido en la plataforma», explicó Schrage. «Es un tema que hemos debatido mucho», añadió.
Facebook se ha convertido en una plataforma importante para el debate sobre cuestiones políticas y sociales, y se enfrenta al reto de resguardar la libertad de expresión mientras se protege contra la injerencia maliciosa en tiempos electorales. «Nos dedicamos a ser una plataforma abierta para todas las ideas, y eso a veces significa permitir que la gente exprese opiniones que nosotros u otros consideramos objetables», dijo Schrage.
«Este ha sido un desafío de larga data para todas las democracias: cómo fomentar un discurso político honesto y auténtico, mientras se protege el discurso cívico de la manipulación y el abuso».