TeleSUR
La reina de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Isabel II, falleció este jueves en su casa de veraneo en Balmoral, Escocia, anunciaron desde el Palacio de Buckingham.
Esta mañana, el equipo médico había anunciado el delicado estado de salud de la monarca, lo cual provocó el viaje al castillo escocés de los miembros de la familia real, encabezados por el entonces todavía Príncipe de Gales, Carlos, ahora rey.
Se espera que en horas de la mañana de este viernes, Carlos ofrezca su primer discurso como nuevo monarca y falta por dilucidar si reinará con su actual nombre o lo cambiará. La ceremonia de coronación no tendrá lugar hasta dentro de un año.
Aún no han trascendido los detalles de los funerales de Estado, aunque se conoce que el entierro no ocurrirá antes de diez días, luego de iniciada la operación “Caída del Puente de Londres”.
Isabel se encontraba en el trono desde 1952, cuando fue coronada tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, y ha sido, desde 2016, la monarca más longeva en el país, tras superar a su tatarabuela, la reina Victoria de Inglaterra (1837-1901).
En 1947, Isabel contrajo matrimonio con el teniente Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca. Fruto de esta unión serían sus cuatro hijos: Carlos, príncipe de Gales y nuevo rey, nacido en 1948; la princesa Ana, Andrés y Eduardo.
Tras el fallecimiento de su padre, el 2 de junio de 1953, Isabel II fue coronada reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y heredó los restos de un imperio colonial que todavía al día de hoy mantiene bajo su hegemonía más de 50 naciones, formalmente independientes.
Había despachado a 15 primeros ministros, desde el mítico Winston Churchill hasta la recién nombrada (justo la última foto oficial) Liz Truss, quien fue nombrada el martes pasado.
Aunque fue considerada el pilar de la institución monárquica británica por ser reina de 15 países más, y jefa de la Comunidad de Naciones de otros 36 territorios, la Corona británica no goza de prestigio por estar asociada a los crímenes coloniales que levantaron el Imperio británico.