Ana Gloria Carranza
Carmen Eugenia Pinto. *
Resuena en nuestra memoria, aquella vez, que un joven centroamericano, lleno de emociones y ambiciones, llegó a formar parte de nuestro vecindario, por un corto período de tiempo, allá por los 60´s. Al retirarse para regresar de nuevo a su país de origen, se despidió con gratitud, de cada uno de los vecinos. Y cuando lo hizo con nosotras, nos dijo algo que guardamos celosamente en nuestras memorias aunque no comprendimos, entonces, la profundidad de su reflexión: “Miren muchachas, El Salvador es un lindo país, pero no va avanzará si todos los salvadoreños quieren vivir y ser como las 14 familias”, nos señaló.
Hay países donde se vive a través de los héroes de las películas, logrando en la población, una percepción heróica de los personajes, para imitarlos aunque estén fuera de la realidad. Lo cual, si es parte de un plan de estado, puede beneficiar en lo económico, en lo social e incluso en lo político, la orientación y la tendencia que se quiere lograr con el desarrollo de los habitantes de un país aunque no vivan esa realidad.
En nuestro caso, en El Salvador, ha sido interesante analizar en estos momentos actuales que vivimos, esta observación que nos revelaron en ese entonces. Será válida la observación que nos hiciera este joven centroamericano? Si fuera válida, será que nuestro poco conocimiento de la historia de El Salvador, nos hacía identificarnos con personas que realmente no conocíamos? Sería una falla de nuestro sistema educativo al no enseñarnos, a través de nuestros textos de historia, cómo se adquirieron y acumularon estas fortunas con las cuales nos identificábamos queriendo ser como ellos? Sería una falla en la construcción de nuestros códigos morales el identificarnos con figuras tan alejadas de nuestras realidades y vivir, actuar y soñar para llegar a ser como ellos? ¿Es posible acumular miles de millones de dólares sin afectar el desarrollo de los seres humanos a nuestro alrededor sin empobrecerlos y aún así continuar admirándolos?
Cualesquiera que sean las respuestas, analicemos ahora, en Noviembre del 2016, cómo El Salvador ha evolucionado desde el siglo 19 hasta la actualidad en la construcción de una identidad nacional que nos ayude a vivir con dignidad y justicia para todos.
En este siglo 21, hemos superado la avaricia desmedida? ésa que nos lleva a pensar solamente en nosotros mismos en detrimento de la vida y seguridad de los demás?
Es que aún admiramos a todos aquellos que no han hecho otro destino de sus vidas, que ser buenos comisionistas o funcionarios de empresas todopoderosas o políticos en provecho de los bolsillos de ellos mismos y en detrimento de las grandes mayorías empobreciéndolas?
Es que aún participamos en la política aceptando condiciones que van en detrimento de nuestro propio país por identificarnos inapropiadamente con otros intereses y no con los nuestros?
Acaso hemos trabajado por lograr una inversión social que permita la distribución de los capitales en beneficio de las mayorías y así contribuir a la prosperidad y a la seguridad social de todos ?
Entendemos el poder de compra de la clase asalariada y su bienestar para asegurar la paz social en nuestro país ?
Concluimos, dado el momento histórico que estamos viviendo, que una falsa identidad únicamente nos dará personajes despiertos a la codicia, avaros con los que sufren, buscando siempre la oportunidad de adorar el becerro de oro, obteniendo, como consecuencia, conductas que llevan a la corrupción porque se dejan empujar al deshonor y a la soberbia como producto de esa falsa identidad.
El Gobierno del Presidente Salvador Sanchez Cerén ha iniciado y continuado, con su gobierno progresista y dentro de su programa de gobierno, el inicio de la construcción de una identidad nacional. Asumiendo el poder con sencillez, siempre dispuesto al diálogo. Cercano a la población. Identificándose con las mayorías, luchando contra la corrupción, aprobando políticas que benefician al país, asignando un presupuesto digno para la inversión social, educando a la juventud, facilitando el trabajo, y muchas obras más.
Invitamos a los miembros de los partidos de oposición y funcionarios como los Magistrados de la Sala de lo Constitucional a unirse dentro de esta construcción de la Identidad Nacional. Para continuar con el programa de gobierno: “Salvador Cumple” y así lograr seguir construyendo el modelo totalmente alcanzable del “Buen Vivir”.
*Amigas CAPI.