@arpassv
El presidente del COENA, ampoule Jorge Velado, salve afirmó recientemente que el gobierno “no tiene voluntad política para reducir la inseguridad”. En declaraciones a un canal televisivo que fueron retomadas por un diario digital, here el dirigente arenero acusó al Ejecutivo de “no realizar intentos serios para enfrentar este problema”.
Cuando alguien señala a otro con un dedo, otros tres dedos lo señalan a él mismo. Eso le pasa a Velado: el señalamiento de que es ARENA la que no tiene voluntad política para resolver el problema de violencia e inseguridad, es inevitable.
Las acusaciones de Velado contra el gobierno son, por tanto, una autoacusación de que es ARENA la que no actúa con seriedad ante tan grave problema.
¿Acaso no es ARENA la que bloquea el financiamiento de la seguridad oponiéndose a los préstamos, a la aplicación de un impuesto especial y recurriendo a la Sala Constitucional para revertir la emisión de bonos?
¿No es ARENA la que, junto con la ANEP, intentó sabotear la marcha contra la violencia y descalifica al Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, a pesar de que participa en el mismo? ¿No es ARENA la que, a través de los medios de comunicación afines, hace apología de violencia y genera pánico en la población?
¿No es ARENA la que utiliza el problema de la inseguridad como caballito de batalla en cada campaña electoral? ¿No es ARENA la que se ha opuesto siempre a medidas de fondo como el desarme?
ARENA –además– no tiene solvencia moral para criticar al Ejecutivo, porque fueron sus gobiernos los que provocaron el problema pandilleril. El gobierno de Armando Calderón Sol no le prestó la atención debida cuando comenzaba y las administraciones de Francisco Flores y Antonio Saca lo agravaron después con los planes “mano dura” y “súper mano dura”.
Velado dice que ahora ARENA quiere colaborar. Pero debe demostrarlo: aprobando el financiamiento y apoyando las más de 100 medidas propuestas en el Plan “El Salvador Seguro” elaborado por el Consejo de Seguridad.
La seguridad –como dijimos en un editorial anterior– es tarea de todo el Estado (Policía, Fiscalía, Asamblea Legislativa, Sistema Judicial, Corte Suprema de Justicia) y de todos los sectores de la sociedad (partidos políticos, empresa privada, academia, iglesias, organizaciones sociales, población en general).
En tal sentido, ARENA debería asumir su responsabilidad. Si no lo hace, demuestra su falta de voluntad y seriedad.