Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La expectativa que se formó Florentín Ramos, de recuperar los restos óseos de siete miembros de la familia Pereira Márquez, se esfumó de sus manos, luego que la antropóloga Silvana Turner, del Equipo Antropológico de Argentina, le diera la noticia que las osamentas encontradas no eran humanas.
“Estábamos sembrando estacas para una plantar de cacao (29 de enero) cuando encontramos huesos y restos de ropa, de inmediato me entró curiosidad y notifique a la familia, que se mostró interesada de inmediato. Porque en ese solar que ve allí, estaba la casa de nuestros familiares y tratamos de encontrarlos en el arranque del murito, (rostro desencajado) pero no se pudo, seguiremos esperando”, afirmó Ramos.
El silencio acostumbrado en la pequeña quebrada de Los González, se vio interrumpida por un grupo numeroso de profesionales forenses, abogados y el juez de la causa en el crimen de Lesa Humanidad, conocido como El Mozote, ocurrido en diciembre de 1981.
La diligencia judicial que avaló el Juez Guzmán Urquilla, a cargo del Juzgado Segundo de Primera Instancia, tenía previsto encontrar los restos óseos de María de la Paz Pereira Márquez (35 años), Rufino Márquez (30 años), Edis del Carmen (10 años), María Gloria (9 años), Santos Ovidio (7 años), José Aníbal (5 años) y Aristides (3 años).
Sobre la diligencia, el Juez Guzmán manifestó que a petición de los abogados acusadores particulares (Tutela Legal MJH) se realizaron las acciones correspondientes, luego del aviso que diera un pariente de la familia Pereira Márquez.
“Según informes, aquí hubo una casa donde se encontraba esta familia, y luego que la antropóloga forense (Silvana Turner) me informó que el hallazgo de pequeños fragmentos de huesos encontrados en la zona delimitada, no corresponden a humanos. Por lo que damos por cerrada esta diligencia”, manifestó.
No obstante, el proceso que se lleva adelante en donde se ha documentado e identificado más de 300 osamentas, la verificación de la procedencia de las vainillas encontradas en los lugares de enterramiento, permiten al juez, continuar con el proceso que imputa delitos de terrorismo y crímenes agravados a varios militares del Alto Mando de la Fuerza Armada de esa época.
“Esta diligencia forma parte del proceso judicial que se está llevando, porque según los hechos, en que estas personas fueron también víctimas, es dentro de la misma masacre de El Mozote, entonces, entraría dentro de la misma investigación. Recordemos que en este caso de El Mozote, hubo un operativo militar muy grande que abarcó un gran territorio de esta zona, y pueda ser que recibamos también informes que existen otros sitios con enterramientos”, manifestó.
La antropóloga forense, Silvana Turner, que lleva tres décadas de trabajo en este tipo de casos de lesa humanidad, consideró que este tipo de confusiones entre la población, pueden darse por la falta de conocimientos sobre la estructura, longitud o composición de los huesos humanos.
“Se tenía que verificar y realizar toda la inspección, si se trataba de huesos humanos. Y hemos podido verificar que los restos como ropa y zapatos son superficiales no tienen ese contexto de enterramiento y los huesos no son humanos. Era una posibilidad y por esto que teníamos que verificarlo en el sitio, y estos no están relacionados a una inhumación o entierro”, explicó.
El proceso judicial que inició en 1990, fue cerrado por la Ley de Amnistía, decretada en 1993, luego de la firma de los Acuerdos de Paz, no obstante, luego de su derogación en julio de 2016, el juez de la causa lo abre de nuevo, el 30 de septiembre de 2016, tomando en cuenta la acusación presentada en el 2006, por lo que procedió a intimar a 18 militares de alto rango, que están siendo procesados a la fecha.