Ciudad del Vaticano/Signis ALC
‘Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor» es el tema escogido por el papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2015. El anuncio lo hizo el lunes el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, sale a través de una nota de prensa que explica que el tema propuesto sigue la línea del argumento del año pasado y, al mismo tiempo, entra en el ámbito de lo que será la materia central de los dos próximos Sínodos: la familia.
Hay que recordar que la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única jornada mundial establecida por el Concilio Vaticano II, se celebra en muchos países, por recomendación de los obispos del mundo, el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés y que el
Mensaje del Santo Padre para ese evento se publica tradicionalmente con ocasión de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas (24 de enero).
‘La crónica cotidiana -dice la nota – narra las dificultades que atraviesa actualmente la familia. Asimismo, a menudo los cambios culturales no ayudan a entender el gran bien que es la familia.
¿Las relaciones entre los miembros de la comunidad familiar están inspiradas y guiadas por la ley de la ‘gratuidad’ que, respetando y favoreciendo en todos y cada uno la dignidad personal como único título de valor, se hace acogida cordial, encuentro y diálogo, disponibilidad desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda?
‘¿Cómo podemos decir hoy, al hombre herido y desilusionado, que el amor entre un hombre y una mujer es algo muy bueno? ¿Cómo hacer que los hijos experimenten que son un don precioso? ¿Cómo llevar calor al corazón de la sociedad herida y cansada a causa de tantas desilusiones amorosas, y decirle: ánimo, recomencemos? ¿Cómo explicar que la familia es el primer y más significativo ambiente en el que se experimenta la belleza de la vida, la alegría del amor, la donación gratuita, el consuelo del perdón dado y recibido, y donde se comienza a encontrar al otro?’.
‘La Iglesia debe aprender de nuevo a explicar que la familia es un gran don, bueno y hermoso. Está llamada a encontrar el modo de decir que la gratuidad del amor, que se ofrecen los esposos, acerca a todos los hombres a Dios, y es una tarea entusiasmante. ¿Por qué?
Porque lleva a mirar la verdadera realidad del hombre y abre las puertas al futuro, a la vida’.