Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
María Adela Hernández, madre de Emelinda Lorena Hernández, de 11 meses de edad, asesinada durante la masacre de La Joya, uno de los sitios aledaños en el caso de El Mozote, llegó a las exhumaciones que realizan ante la petición de la Comisión Nacional de Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos en el Conflicto Armado, y que fuera ordenada por la nueva jueza de instrucción, Mirtala Portillo de Cruz.
Adela pone sus manos en su rostro que representa su tristeza, mientras se blinda en el silencio de sus pensamientos, solo reacciona ante la familiar que le acompaña y un psicólogo que la orienta en ese momento.
“No va hablar, no está preparada aún para hacerlo todavía -le falta- porque ella ha buscado su hija (Emelinda) pensando que estaba desaparecida y no enterrada allí”, comentó Oscar Leonel Tobar, presidente de la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El Mozote.
En la colonia San Romero, cantón La Joya, municipio de Meanguera, Morazán, se ha edificado una comunidad muy unida que trabaja en colectivo buscando desarrollar sus proyectos de vida, en ese lugar se encuentra la casa de familiares de María Francisca, a quien buscan junto a sus hijos y Emelinda.
Un alto conacaste porta en su tronco hojas de papel con los nombres de las víctimas y sus edades, el menor Evaristo que tenía en el momento de ser asesinado 6 o 7 meses de edad, Emelinda Hernández 11 meses de edad, la niña de 3 años María Nelly, así como su hermano Francisco que había llegado a sus cinco años de existencia, antes de los hechos.
En el patio de la casa se encuentra con tierra removida por las excavaciones en búsqueda de los restos óseos, para exhumarlos y que están a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y miembros del Instituto de Medicina Legal (IML) .
En el tercer día de trabajos de exhumación, la Fundación CRISTOSAL, informó que se ha abierto ocho trincheras en las excavaciones del lugar, las que fueron identificadas previamente por sobrevivientes.
Y aunque no han encontrado aún ningún hallazgos de las víctimas, no descartaron que los trabajos continuarán hasta este viernes, en cumplimiento a la diligencia judicial, ordenada por la jueza Mirtala Portillo de Cruz
Guadalupe Hernández, abogada de Fundación Cristosal, quien integra la parte acusadora particular en representación de las víctimas de El Mozote y sitios aledaños, informó que se encuentran en la exhumación de cinco personas, aunque no descartó que puedan ser siete las víctimas que estén en ese enterramiento.
Sobre la diligencia judicial, explicó que está orientada a encontrar los restos una adulta y cuatro menores de edad, que serían María Francisca Reyes conocida también, como María Marcos Reyes y su niña María Nely ( 3 años) y sus hijos Francisco (5 años) y Evaristo, un bebé de 6 ó 7 meses de edad.
“Se buscan también los restos de la niña Emelinda Lorena Hernández, que en esa época tenía 11 meses de edad, hija de María Adela Hernández, quien había entregado a la familia de esta casa, la noche de los hechos, buscando protección para la bebé, mientras sus papás se escondían en el monte”, reseñó.
“Lamentablemente, cuando el padre volvió al día siguiente se da cuenta que la familia había sido masacrada y no encontró a su hija, días después la familia de María Francisca viene en la noche y entierran los cuerpos y no saben identificar por el tiempo que había transcurrido por la descomposición de los cuerpos y porque algunos animales ya habían empezado a devorarlos, en que orden estaban estos menores de edad”, señaló.
El primer objetivo es cumplir con la petición de la Comisión Nacional de Búsqueda, que es identificar en dónde se encuentra o el paradero de personas con el estatus de “desaparecidas” y determinar la verdad. Y que al concluir las investigaciones y análisis de los restos, devolverlos a sus familiares sobrevivientes.
Mientras, para el proceso judicial en el caso de la Masacre de El Mozote y lugares aledaños, el objetivo de esta exhumación es determinar en dónde están los restos de las víctimas, qué ocurrió en esta zona con los cuerpos y para obtener evidencia con suficiente “entidad probatoria” y agregarlas al juicio para fortalecer la prueba sobre la responsabilidad de los imputados.
“Estos eventos en la Joya se dieron en el marco de la masacre de El Mozote, y lugares aledaños, recordemos que el operativo militar comienza entre el 8 o 9 de diciembre de 1981, en Arámbala, el día 10 de diciembre se da la masacre en el caserío El Mozote y, a partir de los días 11, 12 y 13 de diciembre, el operativo se desplaza a estas regiones tanto en La Joya, Jocote Amarillo, Cerro Pando, Los Toriles, Cerro Ortiz”, señaló.
“En la diligencia actual en esta zona no se han encontrado aún restos, se iniciaron el día lunes 21 de febrero, pero el Equipo Argentino de Antropología Forense y Medicina Legal se han trasladado un poco más abajo del primer lugar señalado”, manifestó Hernández.
Silvana Turner, antropóloga del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que cuentan con más de 30 años de experiencia en este tipo de exhumaciones, dijo: “Estamos en la etapa de campo y búsqueda en los sitios que fueron señalizados por las informaciones de la investigación que se reunió y según el cronograma que tenemos planificado seguiremos avanzando en esta fosa hasta este fin de semana (26 febrero) y aunque no hemos encontrado restos estamos agotando de forma sistemática en las zonas que fueron señaladas”, aclaró.
“Justamente, con toda la información que tiene la Comisión de Búsqueda de Niños y Niñas, en la cual, se buscan entre 5 o 7 personas en donde hay un adulto, la documentación que logró obtener por testimonios, permite delimitar áreas y aquí en el terreno se analizan los sitios, por el tiempo transcurrido las modificaciones del paisaje, como la construcción de otras unidades de vivienda modifican todo y pues, a veces, las búsquedas no dan resultados esperados”, sostuvo Turner.
“Estamos acompañando a las víctimas en estos procesos que se llevan a cabo, y este es uno de los que iniciaron hace una semana, primero Cerro Pando, y ahora La Joya, esperamos que los puedan encontrar”, expresó, Oscar Leonel Tobar, presidente de la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El Mozote.
Al cuestionarle si estas diligencias retardan la justicia para las víctimas como la de El Mozote que tiene abierto un proceso penal para un grupo de militares de alto rango en aquella época y que tomaron las decisiones de exterminio de la población, Tobar consideró que la masacre de El Mozote tiene una prueba amplia y que ha logrado la exhumación de restos óseos para dar veracidad a los hechos ocurridos.
“Cuando exhumaron personas allá en El Mozote, 146 en un espacio pequeño o las 45 familias en La Joya, o sea, tenemos suficientes pruebas que el caso de El Mozote ha sido real y los testimonios de la población y los militares que son responsables, pues creo que entre más pruebas más fuerte y robustecido está el caso, para que los responsables tengan un juicio y los sobrevivientes puedan recibir justicia y reparación”, puntualizó Tobar.
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