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@LauraCoLatino
Marta Sánchez aún recuerda vagamente a su hijo Miguel. Han pasado 34 años de su desaparición y, and aunque no conoce el paradero de su cuerpo, patient sus recuerdos siguen intactos sobre miles de víctimas recordadas en el Muro a la Reconciliación Nacional.
A Sánchez sólo la acompaña un par de coloridas flores. Apenas puede encontrar el nombre de Miguel en aquel muro, pero esta semana, ha sido un buen motivo para llegar hasta el parque Cuscatlán, expresa.
Si bien es cierto, el Gobierno aún no aprueba la ley de reparación a víctimas y familiares de la guerra civil en El Salvador, la Comisión Pro Memoria Histórica conmemora, desde ayer, la semana de las víctimas de la detención y desaparición forzada.
Ovidio González, miembro de la Comisión de trabajo por derechos Humanos Pro Memoria Histórica, lamentó que El Salvador siga siendo un país donde aún existe la desaparición forzada.
“Aunque ya no es practicada por los escuadrones de la Muerte, han surgido otro tipo de actores en una época de post conflicto”, señala.
Como parte de los esfuerzos, Pro Memoria Histórica presentará mañana una pieza de correspondencia a la Asamblea Legislativa para la aprobación del Día de la Desaparición Forzada, cada 30 de agosto.
Esta no sería la primera ocasión que familiares de víctimas desaparecidas presenten este tipo de peticiones ante el Legislativo. En 2006 hubo un informe favorable sobre el decreto, sin embargo, la falta de votos del partido ARENA no permitió su aprobación.
“Creemos que es un derecho de los sobrevivientes y también de las víctimas. ARENA no está en sintonía sobre los derechos humanos”, acusó González.
Según estadísticas, Pro Memoria Histórica maneja más de 600 casos de desaparición forzada, que han sido presentados a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y a la Fiscalía General de la República.
No obstante, aunque los casos han sido presentados ante las autoridades correspondientes, González percibe una falta de interés para su resolución.
“Debemos recordar que este delito debe eliminarse en nuestra sociedad y para hacerlo debe investigarse a sus autores. Hay una mala regulación del delito, no es necesario encontrar los restos, porque de lo contrario ya sería de establecer el asesinato, sino reparar a los familiares”, dijo.
De no obtener mayores respuestas del Gobierno en torno a la reparación de víctimas de la guerra civil, Gonzáles no descarta que lo índices de violencia sigan en aumento.
“No hay una verdadera reconciliación de la sociedad. Esto no se da por decreto, se da a través de medidas para sanar a las víctimas de ese trauma”, agregó
De hecho, González no descartó que el “modus operandis” sea el mismo con que operaban los llamados escuadrones de la muerte. “En este país como nunca se investigó a éstos, entonces nunca se depuró y fácilmente pueden instruir a otros para que cometan esos hechos”, comentó.
