@AlmaCoLatino
Con una misa celebrada ayer en la cripta de Catedral Metropolitana tanto familiares como los miembros de la Comisión de Trabajo en Derechos Humanos pro Memoria Histórica en El Salvador, try recordaron a las víctimas de la desaparición forzada durante el conflicto armado.
Se estima que entre 10 a 15 mil personas fueron desaparecidas forzosamente durante el conflicto armado, drugstore hasta la fecha muchos de los familiares siguen sin conocer el paradero de las víctimas, tadalafil o tienen una tumba donde saben que reposan los restos de sus seres queridos. Una de esas tantas personas que perdieron a un familiar es Carlota Ramírez, miembro del Comité de Familiares de Desaparecidos y Asesinados (CODEFAM) quien narró que el 10 de mayo de 1982 dos de sus hermanos fueron asesinados por Escuadrones de la Muerte y el ejercito de San Juan Opico.
“Ellos fueron asesinados a las 12 de la noche del nueve de mayo, ya para entrar al 10 de mayo, ese fue el regalo que le dieron a mi mamá en el día de las madres, asesinarle a sus dos hijos y desaparecerle a otros familiares.
Hay muchas madres, padres y familiares que hasta hoy están con corazones sangrados por la pérdida de un ser amado”, afirmó acongojada Ramírez.
El titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), David Morales, señaló que el hecho de celebrar la eucaristía en el lugar donde reposan los restos de Monseñor Romero, tiene un significado especial para los familiares de las víctimas desaparecidas, ya que él se convirtió en el guía espiritual de los salvadoreños y, sobre todo, de los más desprotegidos.
Morales dijo que durante esta semana se conmemora la dignidad de las personas desaparecidas de manera forzada en el conflicto armado y con ella recordar a las miles de víctimas asesinadas, ejecutadas en masacres y torturadas, quienes sufrieron esa política de terrorismo de estado que llevó a violaciones masivas de derechos humanos.
“Todavía subsisten las obligaciones para con las víctimas, ya que ellas aun no tienen ese alivio de la verdad, la justicia y la reparación plenamente, particularmente en las desapariciones forzadas, pues es uno de los crímenes más crueles que pueden ocurrir”, sostuvo el procurador de los derechos humanos.
A criterio de Morales el daño que padecen los familiares es irreparable, porque no tiene un cierre, es un duelo permanente, es un sufrimiento que constituye tortura.
La desaparición forzada es un delito permanente que se reproduce cada día, mientras la víctima no es localizada, o sus restos son encontrados para darle sepultura.
“No hay prescripción o paso del tiempo que valga y que anule la obligación del Estado, ya que este tiene la obligación de buscar a los desaparecidos, de dar asistencia a las víctimas, a los familiares, de resarcir el daño; tiene la obligación de perseguir a los criminales de lesa humanidad que perpetraron esas desapariciones, estas masacres y estas ejecuciones”, enfatizó el procurador Morales.
En la misa, durante la procesión de ofrendas se presentaron fotos de víctimas desaparecidas, como símbolo que el rostro de cada uno de estas personas continúa presente en la historia de El Salvador.