Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
Sobrevivientes y familiares de las víctimas que integran el “Colectivo de Memoria Histórica”, conformado por diversas organizaciones afines al rescate y promoción de la memoria histórica, conmemoraron a sus seres queridos en un acto que honra a las víctimas de las masacres de noviembre en Chalatenango.
“Nos encontramos ahora para recordar, reivindicar y celebrar la vida de tantos hermanos y hermanas inocentes e indefensos que fueron cobardemente asesinados durante el conflicto armado por las fuerzas armadas”, dijo Ana Julia Escalante, directora ejecutiva de Asociación Pro-Búsqueda (APB).
Escalante reconoció que las páginas de la historia salvadoreña se encuentran “marcadas intensamente por el dolor”, a partir de las diferentes expresiones de violencia ocurridas en el contexto del conflicto armado interno que se extendió por más de una década.
“Durante la guerra salvadoreña se cometieron las más atroces y abominables prácticas contra los derechos humanos, según los estándares internacionales y nacionales: masacres, desapariciones forzadas, torturas, violaciones, dirigidas particularmente contra población civil no combatiente”, reseñó.
“La completa negación de la vida y de la dignidad humana fue la práctica de los diferentes operativos militares que arrasaron con mujeres, adultos, jóvenes y niñez. Y estamos aquí, una vez más para denunciar y condenar todos estos crímenes que se cometieron capturando, torturando, desapareciendo y asesinando a nuestros seres queridos”, reiteró Escalante.
Sobre estos delitos de lesa humanidad acaecidos, Escalante enumeró las masacres del 11 de noviembre de 1982, con más de 15 víctimas que indica como víctimas a 6 mujeres, 2 hombres, 5 niños, 1 niña y un niño no nacido.
Mientras, en el área conocida como “Cerro Alemania”, cantón Los Rauda, San Antonio Los Ranchos, el ejército sorprendió a más de 700 pobladores que intentaban salvaguardarse de la persecución de distintas unidades de la Fuerza Armada, entre estos el BIRI, El Belloso y DM1, quienes los asesinaron.
Además registran el caso de más de 40 personas y la desaparición de 11 niños y niñas, en el lugar conocido como “Cuyas Cumbres” , que se encuentra entre los cerros de San Isidro Labrador, que fue ejecutado por la FAES y la 4ta. Brigada de Infantería y el DM1 de Chalatenango.
Esta masacre fue durante la tarde y noche del 13 de noviembre de 1982, en donde los sobrevivientes han manifestado que alrededor de 500 personas que huían de diferentes cantones de San Isidro Labrador, Las Vueltas, Arcatao y San José Las Flores, por salvaguardar sus vidas bajaron a las quebradas entre montes y cerros, al ser perseguidos y fueron masacrados, siendo población civil desarmada.
Persecución y muertes son mis dolorosos recuerdos
José Raúl Guardado, del cantón La Ceiba, municipio de Las Vueltas, Chalatenango, smanifestó que quedé huérfano a los 6 años de edad, en la masacre de Cuyas Cumbres, Chalatenango.
“El tiroteo comenzó y nos escondimos, pero el ejército nos encontró, estaba con mi hermano mayor -se llamaba Guadalupe- y le preguntaron ¿dónde tenía el fusil?, creyendo que era un guerrillero, cuando él realmente era un niño y respondió que no tenía fúsil”, relató.
“Entonces, nos llevaron debajo de un árbol de carao y allí tenían a otras personas que habían recogido. A mi hermano Guadalupe y a mi hermana Luisa se los llevaron a otro lado, separándonos, en donde los interrogaron y luego los asesinaron”, expresó Guardado.
A la muerte de sus hermanos mayores, relató José Raúl, siguió la de sus otros hermanos, quienes fueron masacrados por miembros del ejército, mientras rastreaban a la población civil.
“El soldado me agarró de la mano para tirarme en donde estaban los demás y nos pusieron en fila a todos y comenzaron a dispararnos y cuando vieron que todos caímos al suelo se fueron. Yo era el último de la fila y fue milagro de Dios, que no me pegó, pero al oír la balacera me desmayé, después desperté y mis hermanos Efraín y Marcos habían caído encima de mí”, recordó.
“Yo todo ensangrentado escuché a mi hermana Marina, que se quejaba, tenía un balazo en el pecho y otro en el pie. Le hablé dos veces y me respondió, pero a la tercera vez, ya no me respondió y fue allí que sentí que me había quedado solo. Solté el llanto y dormí junto a mis hermanos por 3 días, hasta que me rescató don Silverio Orellana”, relató Guardado.
La Memoria Histórica debe estar presente con las nuevas generaciones
La directora de Pro Búsqueda manifestó que siempre en noviembre se conmemoran estas “masacres de Chalatenango”, en acompañamiento a los sobrevivientes, para realizar un acto colectivo y honrar la memoria de las víctimas y demandar justicia para todas y todos, por parte del Estado salvadoreño.
Otra de las masacres registradas por el Colectivo Memoria Histórica es la de “Los Guardados”, ocurrida en el caserío Guancora, Cantón Guarjila, Chalatenango, donde miembros paramilitares de ORDEN, junto al ejército y batallones especializados arrebataron la vida a 16 víctimas entre niños y niñas, y 6 personas adultas.
“Cuando llegan estos tiempos, recordamos el dolor presente de aquel daño recibido, de la pérdida de sus seres queridos, más aún de aquel sufrimiento que por años han venido cargando y que la memoria de sus queridos que perdieron su vida, esté presente para las nuevas generaciones”, acotó.
“Nuestra presencia aquí es una expresión y manifestación de amor y esperanza a nuestras víctimas y sobrevivientes, a quienes les decimos que no las olvidamos, que viven en nuestros corazones y que nos comprometemos a seguir luchando por mantener y fortalecer sus ideales, y seguir clamando y reclamando justicia para que los responsables de esoss hechos no queden en la impunidad”, reiteró Escalante.
Gobiernos más justos y respetuosos de derechos humanos
Una de las peticiones del Colectivo Memoria Histórica, argumentó Escalante es que “los gobiernos de turno no instalen discursos de negación” en la participación de los batallones militares, los cuerpos de seguridad y los elementos paramilitares, y mucho menos cuando “tienen sus manos manchadas de sangre” de población inocente.
“Pedimos justicia, se les pide que reconozcan y digan la verdad, que se implementen políticas o mecanismos que rescaten la memoria histórica, se garantice la verdad y reparación a las víctimas y sobrevivientes”, indicó.
“Se debe pedir perdón y reparar los daños cometidos para así sentar las bases de una sociedad reconciliada y para que esa historia negra y sangrienta nunca más se repita en nuestro país”, añadió.
“El Colectivo de Memoria Histórica reafirma su compromiso de acompañar a las víctimas y sobrevivientes en las exigencias de justicia, verdad y reparación”, finalizó Escalante.
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