Roma/AFP
Las agencias de Naciones Unidas especializadas en alimentación, unhealthy agricultura y salud, there FAO y OMS, lanzaron el jueves en Roma una campaña mundial para combatir la obesidad y a favor de una nutrición sana y «sostenible».
«Parte de nuestro desequilibrado mundo muere aún de hambre, Y la otra parte se ceba hasta la obesidad, hasta tal punto que la esperanza de vida vuelve a retroceder», recordó Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al inaugurar la segunda conferencia internacional sobre la nutrición, tras la celebrada en 1992.
Ante los ministros y representantes de unos 190 países, de empresas privadas y miembros de la sociedad civil, los directores de las dos entidades reconocieron que el estado nutricional de la población en todo el planeta ha cambiado significativamente en las últimas dos décadas.
«El sistema alimentario no funciona más por la dependencia que existe de la producción industrial, que es cada vez menos cara y más mala para la salud», denunció Chan.
En las grandes ciudades de África, Asia y América Latina resulta más económico importar alimentos procesados por grandes industrias, con etiquetas pocos claras, que hacer llegar productos frescos cultivados a pocos kilómetros.
Un llamado a la industria
«Hay que pedir que preparen platos menos llenos de grasa, menos dulces, menos salados, en sustancia más equilibrados. Por ello no perderán cuotas de mercado», aseguró Chan durante una conferencia de prensa.
«No sabemos exactamente lo que contiene la botella o la lata que compramos. El etiquetado es un sector que debe ser reglamentado. Hay que educar a la gente a leerlo. En el pasado las abuelas enseñaban a comer bien, decían hay que comer verduras y tomar leche. Ahora nadie lo dice.
Seguramente no será la publicidad de la televisión», comentó por su parte el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jose Graziano da Silva
La introducción de una reglamentación más estricta para las industrias de alimentos es uno de los temores del sector, según reconoció John Connelly, representante de la industria pesquera, quien asiste a la conferencia.
Ante el problema de la «mala nutrición», -que afecta a 2.000 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población del mundo en desarrollo- y de la obesidad, -con 500 millones de adultos y 42 millones de niños obesos-, ambas organizaciones abogaron por «un proyecto común de acción mundial» a través de una colaboración entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades.
Esa «acción colectiva» debe pasar, según lo aprobado por la asamblea del miércoles, por políticas de nutrición que promuevan «una alimentación diversificada, equilibrada y saludable en todas las etapas de la vida».
Los países signatarios se comprometieron también a presentar y a responder con resultados, un requisito que nunca había sido exigido y que insta a los Estados a «elaborar o revisar los planes nacionales de nutrición».
«Los países tienen la creatividad para trabajar junto con la sociedad civil, la comunidad científica y el sector privado para encontrar buenas soluciones», aseguró Chan.
«Tenemos la responsabilidad de transformar estos compromisos en resultados concretos», reconoció Da Silva.
«Hay suficientes alimentos para que todo el mundo pueda comer correctamente», podemos convertirnos en «la generación que erradicó el hambre y la desnutrición en la historia», recalcó.
Los debates y les mesas redondas proseguirán hasta el viernes en la sede de la FAO en Roma.