Por Carlos Batista
La Habana/AFP
La guerrilla comunista de las FARC dio este viernes un viraje sobre la descalificación de su exrehén y actual congresista Clara Rojas, diagnosis como víctima del conflicto armado y reiteraron al gobierno de Colombia su interés en ese tema, sale actual centro de las pláticas de paz en La Habana.
«La delegación de paz de las FARC ni nuestra organización como tal, han emitido valoración ni descalificación sobre las señoras Clara Rojas e Ingrid Betancurt», dijo el delegado negociador Jesús Santrich a la prensa.
En un artículo publicado en su sitio web, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron que Rojas «no tiene derecho» a considerarse víctima porque ella misma rechazó su propia libertad.
El escrito provocó una contundente reacción del negociador jefe del gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, quien lo calificó el jueves como «una muestra de desprecio a una víctima que sufrió durante varios años el secuestro a manos de las FARC».
Según Santrich, se trató de una guerrillera en las montañas que «ha hecho libremente la narración de sus vivencias en la selva» al lado de Rojas, con lo cual desmarcó a la comandancia guerrillera de la descalificación.
Rojas, una abogada de 49 años que tiene un hijo de nueve años nacido de una relación con uno de sus captores, fue liberada por las FARC en enero de 2008, tras 6 años en la selva. Escribió el libro «Cautiva» sobre su traumática experiencia.
«Las FARC deben aclarar estas manifestaciones que a nuestro juicio son incompatibles con un deseo expresado en los acuerdos, de reconocer a las víctimas y asumir las responsabilidades consecuentes», exigió De la Calle el jueves.
Ambas partes discuten en La Habana el tema de reparación de las víctimas del conflicto militar de medio siglo, para lo cual un segundo grupo de afectados dará su testimonio ante ellos la próxima semana.
«Es exagerado y malintencionado derivar de esta situación particular que las FARC, como organización, muestra incompatibilidades con el acuerdo que hicimos de reconocer a las víctimas y asumir las responsabilidades consecuentes», dijo Santrich sobre el reclamo oficial.
Rojas no estará en el segundo grupo de víctimas
No obstante, las FARC aclararon con respecto a Rojas que «cuando alguien se decide a publicar hechos de su vida, abriendo las puertas a que se conozca su intimidad, es porque está dispuesta a someterse al escrutinio público enfrentando la verdad».
La guerrilla respondió las acusaciones De la Calle sobre su presunto interés de evitar la presencia de las víctimas en La Habana y que tal acusación contra Rojas significaba «una presión» sobre los organizadores del traslado de esas personas en La Habana, en referencia a las Naciones Unidas, el Episcopado colombiano y en Centro de Pensamiento.
«Es una mentira» que las FARC hayan ejercido presiones sobre los organizadores, dijo Santrich, al afirmar que esos organismos «pueden dar fe de lo que decimos».
«Ni si quiera (Rojas) ha sido seleccionada para el segundo encuentro» de los negociadores con las víctimas, añadió.
El actual ciclo 28 de conversaciones de paz, que comenzó el pasado lunes está planificado hasta el próximo jueves con un día de descanso, el lunes.
Se espera que el martes comparezca ante los negociadores en La Habana el segundo grupo de víctimas.
Desde que partieron las pláticas de paz el 19 de noviembre de 2012, las partes han consensuado tres de los seis puntos de la agenda: reforma rural (mayo de 2013), participación política de la guerrilla (noviembre de 2013) y drogas ilícitas (mayo de 2014).
Ahora deben ponerse de acuerdo sobre los puntos más complejos: la reparación de las víctimas (tema que discuten ahora), el desarme de la guerrilla y el mecanismo para refrendar el acuerdo.