Por Francisco Jara
La Habana/AFP
La guerrilla comunista de las FARC y el gobierno colombiano buscarán este miércoles consensuar las condiciones para retomar el proceso de paz, interrumpido por la captura de un general, que ya fue liberado por los rebeldes.
Delegados de ambas partes sostendrán una reunión a partir de las 10H00 locales (15H00 GMT), en un intento por superar las disputas ocasionadas por la suspensión de las negociaciones de paz, ordenada por el presidente colombiano Juan Manuel Santos el 16 de noviembre luego de que la guerrilla capturara a un general, a quien liberó hace tres días.
Uno de los puntos de discordia es la propuesta de las FARC de concordar un «armisticio» para impedir que hechos del conflicto armado colombiano causen una nueva interrupción del proceso de paz, que hasta la captura del general había avanzado a paso seguro, aunque lento.
Pero Santos se opone férreamente a un «armisticio» o tregua bilateral, una vieja demanda de las FARC reiterada tras la suspensión de las negociaciones luego de la captura del general Rubén Alzate y dos acompañantes, entre ellos una mujer.
Ambas partes sostuvieron el martes su primera reunión en un mes en La Habana, que culminó tras cuatro horas de discusión «normal y respetuosa», con el único compromiso de seguir debatiendo este miércoles.
«Es cierto que los temas que enfrentamos ahora son difíciles, y lo son aún más por estar entrelazados los unos con los otros», advirtió el negociador jefe del gobierno, Humberto de la Calle, antes de la reunión del martes.
«Pero si hay voluntad y hay decisión, es posible avanzar con mayor rapidez hacia el final», agregó.
La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, espera que ambas partes sellen a la brevedad un acuerdo que acabe el último conflicto armado en América, que ha dejado en medio siglo 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
Pero las antiguas diferencias entre ambas partes reflotaron con la captura del general, quien el lunes pidió su baja del Ejército y admitió que cometió un error al aventurarse sin escoltas a una zona selvática remota controlada por la guerrilla.
«Quien impuso la suspensión de las conversaciones no puede regresar (…) como si nada hubiera ocurrido», declaró el lunes el negociador jefe de la guerrilla, Iván Márquez.
«Se deberán recomponer las reglas que conduzcan la marcha del proceso, pues el gobierno las rompió averiando de paso el puente de confianza que habíamos construido» a lo largo de dos años de negociaciones, añadió.
«Tregua imposible en corto plazo»
Márquez propuso que «por lo menos se comiencen a ejecutar las transformaciones de que hablan los acuerdos parciales» logrados por ambas partes sobre reforma rural, participación política y drogas ilícitas, los tres primeros puntos de la agenda de paz.
El negociador jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, también insistió en acordar un «armisticio» para «blindar de manera definitiva las conversaciones» de paz.
Sin embargo, el analista Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado de Colombia, piensa que «un cese al fuego bilateral es imposible en el corto plazo, es decir, en 2015».
«Un armisticio parcial implica despejar diferentes zonas en Colombia y las zonas desmilitarizadas traen un mal recuerdo por todo lo que ocurrió en el Caguán (hace una década). Con un agravante: el escepticismo de los colombianos hacia el proceso de paz», indicó Libreros a la AFP.
En el Caguán -en un anterior proceso de paz que no prosperó- la desmilitarización permitió a las FARC fortalecerse militar y políticamente, según las autoridades.
No obstante, un diplomático latinoamericano que sigue las negociaciones de paz cree que si se reanudan las negociaciones, éstas podrían avanzar rápidamente, en especial cuando entre a trabajar una «subcomisión» de desarme integrada por jefes militares de ambos bandos.
«Yo estoy esperanzado en que se inicie la subcomisión para la desmovilización con militares, pues creo que allí puede haber avances prácticos. Creo que se entienden mejor entre ‘milicos’ que entre políticos», dijo el diplomático a la AFP bajo condición de anonimato.
Las conversaciones fueron interrumpidas mientras las partes discutían el complejo tema de reparación de las víctimas del conflicto armado y el desarme es el siguiente punto de la agenda.