Melbourne/dpa
Ver a Roger Federer ganar, disfrutar y deleitando con su tenis ante un jugador “top” en la cancha central de un Grand Slam no es ninguna novedad, pues ocurrió de forma ininterrumpida durante muchísimo tiempo.
Lo llamativo es que lo consiga con 35 años y justo después de el periodo de inactividad más largo de su carrera.
“Está dando lecciones de tenis”, indicó el ex tenista Goran Ivanisevic, campeón de Wimbledon 2001, un día después de que Federer derrotara en cinco sets al japonés Kei Nishikori para avanzar a los cuartos de final del Abierto de Australia.
Ex número uno y campeón de 17 grandes, Federer regresó al circuito en el primer Grand Slam del año.
Llevaba sin competir desde julio de 2016, cuando puso fin a su temporada por una lesión de rodilla. Fueron 192 sin jugar un partido oficial, recuperándose y después entrenando.
Así, había muchas dudas sobre qué nivel podría desplegar tras tan larga ausencia y en un torneo tan importante y exigente físicamente.
Las condiciones de calor, cinco sets y cancha dura, la más nociva para las articulaciones, no eran quizás las propicias. Y como llegaba como número 17 del mundo, el cuadro se le presentaba tremendamente exigente.
Superó su debut ante el austríaco Jürgen Melzer por 7-5, 3-6, 6-2 y 6-2 y después batió al norteamericano Noah Rubin por 7-5, 6-3 y 7-6 (7-3). En tercera ronda le llegó el primer hueso, un “top ten” como Tomas Berdych, y fulminó al checo por 6-2, 6-4 y 6-4.
El japonés fue la última víctima de Federer, que ganó 6-7 (4-7), 6-4, 6-1, 4-6 y 6-1 al número cinco del mundo.
En efecto, el tenis está contento de ver a Federer de vuelta. El público de Melbourne, donde ganó cuatro títulos, adora al suizo y se lo hace notar en cada partido que juega. El 99 por ciento de los aficionados le animan a él.
Mañana será otra vez el preferido en su duelo de cuartos ante Mischa Zverev. El alemán, 50 del mundo, eliminó al número uno, Andy Murray, en octavos y abrió el camino para Federer.
El partido de ayer demostró que está preparado para conquistar su Grand Slam número 18”, escribió hoy el diario “The Herald Sun”, al tiempo que “The New York Times” habló de una “versión vintage” del suizo.
“Creo que estoy jugando cada vez mejor”, indicó por su parte Federer después de batir a Nishikori. “Me sentí bien en el quinto set, tenía energía”, celebró tras su triunfo número 200 ante un jugador del “top ten”, un récord más para su lista personal.
Mats Wilander, campeón de siete Grand Slam que analiza el torneo para Eurosport, aseguró no estar sorprendido por el tenis que mostró Federer, pero quiere ver primero al suizo salir airoso de una situación límite para decir que su mejor versión está de vuelta.
El español Carlos Moyá, ex número uno y entrenador de Rafael Nadal, cree también que Federer aún puede ganar un Grand Slam pese a que ya pasaron casi cinco años de su décimo séptimo grande.
“No voy a ser yo el que diga que no va a ganar más Grand Slam porque vi el caso de Pete Sampras en el US Open 2002”, dijo sobre el estadounidense, que ganó con 31 años tras dos temporadas sin sumar un grande.