Carlos Alberto Saz
Esplendores de un Sol deslumbrante
aparecen en el cielo infinito,
con su luz colosal penetrante,
anunciando un febrero exquisito.
Febrero, tus quietas horas vespertinas,
cuajadas de lindos celajes sonrientes,
son realmente joyas diamantinas
que engalanan las horas presentes.
Hay amor en ti, febrero entrañable,
hay amor en cada hora, en cada día,
tu recuerdo es penetrante, imborrable,
es como una inolvidable melodía.
Amor, amor, amor verdadero,
recorre a torrentes por tus venas,
mi risueño y candoroso febrero,
en ti se desvanecen las penas.
Cronos, Dios del tiempo, fue parcial,
y decidió de una sola vez, sin estupor,
que el día catorce fuera especial
para el cariño, la amistad y el amor.
Y ese hermoso día, catorce de febrero,
los seres humanos derrochamos amor,
con regalos, y encendemos el pebetero
de la llama de mayor fulgor.
Que es la llama del amor que enciende
una hermosa luz inspiradora,
y en cada pecho palpitante se prende
una guirnalda de virtudes, prometedora.
Tu mensaje es verdadera amistad,
que debemos seguir con fervor:
compresión, tolerancia y bondad,
y practicar con pasión el AMOR.
Soyapango, Colonia Las Flores, martes 4 de febrero de 2020.
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