Opiniones de Salvador Sánchez Cerén
Iniciamos el mes de octubre con un motivo maravilloso: la celebración del día del niño. Ningún otro sector de la sociedad mueve más mi empeño y espíritu de lucha por un mejor país que la niñez salvadoreña.
En los niños y las niñas está la vitalidad, click está la fuerza verdadera para el desarrollo que tanto anhelamos. La conquista de nuestras grandes metas, pharmacy como la seguridad, sildenafil la justicia y la igualdad, tiene como principal motivación el deseo de construir un futuro de oportunidades para los más pequeños.
Garantizar el bienestar de las niñas y los niños significa garantizar el bienestar de toda la sociedad salvadoreña. En la niñez está la esperanza, el potencial, las capacidades que son la clave para seguir cambiando el rumbo de este país. Pero para desarrollar esas capacidades, necesitamos mucha inversión y trabajo por una educación inclusiva y de calidad.
Es por eso que mi gran compromiso con la niñez salvadoreña es ampliar las oportunidades de acceso, equidad y permanencia en los centros educativos, a fin de que todas y todos puedan concluir sus estudios y desarrollarse plenamente.
Estamos listos para desplegar una serie de acciones en pro del mejoramiento de la calidad educativa, con la inversión de $115.7 millones en el Proyecto de Desarrollo del Capital Humano, con los fondos otorgados a partir de la firma del segundo convenio de FOMILENIO II.
Con esta inversión, ampliaremos el programa de la Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno, un exitoso modelo educativo que incrementa las actividades extra curriculares de los alumnos y potencia aquellas aptitudes y destrezas como el deporte, la gastronomía, el arte y el desarrollo empresarial desde su educación básica hasta el bachillerato. Esto significa que lograremos beneficiar con el programa alrededor de 400 escuelas y 175,000 estudiantes que podrán finalizar el bachillerato.
Mi mayor interés es que las niñas y los niños disfruten de su etapa, realizando las actividades que les corresponde y a las que tienen derecho, que aprendan, jueguen y crezcan en un ambiente sano y seguro.
Estamos trabajando incansablemente para garantizar a plenitud los derechos de la niñez salvadoreña, que sean felices, que vivan en tranquilidad, que crezcan y triunfen como salvadoreños, amando a nuestro país, como hombres y mujeres de bien.
¡Que Dios bendiga a las niñas y los niños de El Salvador! Y que nos permita sembrar en ellos la esperanza de un país más justo, seguro y equitativo.