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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Entre cánticos, cohetes de vara y el tradicional olor a incienso, la feligresía católica celebró la solemnidad del Corpus Christi, donde es característico los altares, alfombras y procesiones, para recordar la institución de la eucaristía, que tuvo lugar durante la última cena del Jueves Santo, cuando Jesucristo convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre.
Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, explicó que el Corpus Christi se celebra sesenta días después del Domingo de Resurrección, acontecimiento en el que la comunidad católica participa con gratitud, fe, devoción y amor al Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
“La eucaristía es la vida de la persona unida a Cristo, sintamos la alegría de la eucaristía que anticipa nuestra salvación y la salvación de todos. La Eucaristía debe estar presente en cada palabra, en cada acción, en cada gesto y pensamiento”, recalcó monseñor Escobar Alas.
Asimismo, dijo que Cristo Jesús es el sacerdote por excelencia, que ofrece el sacrificio por excelencia, por el que se obtiene la bendición de Dios y el perdón de los pecados, es el que intercede por todos y bendice.
“Comulgar es recibir el cuerpo de Cristo, la eucaristía es la vida espiritual por eso cada domingo es una fiesta. La misa no es un memorial histórico, sino la actualización de un momento histórico, se repite lo mismo que sucedió en el cenáculo de Jerusalén el Jueves Santo”, aseguró el religioso.
La celebración del Corpus Christi, surgió durante la Edad Media, cuando la religiosa Juliana de Cornillon, comenzó a promover la idea de tener una festividad que rindiera homenaje al cuerpo y la sangre de Jesucristo presente en la eucaristía. Según datos históricos, en 1263, cuando un sacerdote celebraba la misa en la iglesia de la localidad de Bolsena, en Italia, sucedió que al pronunciar las palabras de consagración, de la hostia comenzó a brotar sangre. Este suceso, conocido entre la comunidad católica como “el milagro de Bolsena”, fue percibido como un evento santo, y acabó por afianzar la celebración del Corpus Christi.
El 11 de agosto de 1264 el papa Urbano IV finalmente instituye la fiesta del Corpus Christi en la bula Transiturus hoc mundo.
