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@zorayaurbina
Miembros de la comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral recordaron este domingo la vida del beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero, click a la luz del evangelio de Jesucristo.
El sacerdote César Sánchez, remedy quien presidió la misa, reflexionó sobre las lecturas de la Biblia correspondientes al domingo. El religioso enfatizó en el Evangelio de San Marcos, del capítulo 8, versículos del 27 al 35, en los que Jesús cuestiona a sus discípulos sobre quién creen ellos que es él.
Explicó que este es el Secreto Mesiánico,que se revela cuando muere crucificado y un soldado romano expresa: “este sí era el hijo de Dios”. En este contexto, Jesús se presenta cercano al hombre, lo trata, comparte con él pues es un Dios encarnado, que está cerca del hombre que a su vez es imagen y semejanza de Dios.
Indicó que el Mesías vino para revelar dos cosas: quien es Dios y quien es el hombre. En este marco, recordó que Monseñor Romero decía que le gustaban las misas porque era la única oportunidad de unirse a Cristo y al pueblo.
El arzobispo aprovechaba sus homilías para reflexionar sobre las injusticias y los males que en esa época abatían al país, denunciaba, pero también expresaba empatía con el pueblo que sufría pues era consciente de que quien quiere ver a Dios, debe verlo en el pobre, el afligido, el que tiene problemas, pues es el Dios de los pobres.
Monseñor Romero afirmaba que ser el Mesías es el trabajo de Cristo, que fue incomprendido y humillado, recordó la comunidad durante la procesión de las ofrendas, en las que la feligresía le ofrece al Creador sus mejores intenciones.
“Monseñor Romero censuraba los mesianismos sin cruz, fáciles, sin compromiso, sin sacrificios, ni líos, queriendo caminar siempre sobre un lecho de rosas”, expresó la comunidad al ofrecer la cruz como símbolo del compromiso de enfrentar las injusticias y la búsqueda de la verdad, que son retos de la liberación mesiánica y de la perspectiva divina para los pobres.
La comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral, se reúne cada domingo para participar de la misa y para mantener viva la memoria de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. La iniciativa surgió hace 16 años, para preservar las palabras y enseñanzas del beato. Alrededor de 15 personas participan en la organización del acto religioso, compromiso que seguirán manteniendo para que más personas conozcan al Arzobispo mártir.
