Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Como cada domingo, el lugar donde reposan los restos de Monseñor Romero en la Cripta de Catedral Metropolitana es visitada por muchos feligreses, quienes acuden con devoción a pedirle su intercesión para que Dios les conceda un milagro.
Desde su juventud, el Beato Romero aprendió a amar con el corazón de Jesús con un amor oblativo y de reparación. En sus apuntes espirituales de juventud repite varias veces que prefiere mil veces antes morir que ser tibio. Él quiso, en efecto, que toda su vida fuera una entrega total y “sentir con la Iglesia”.
La devoción a Monseñor Romero nace porque fue el maestro consumado que supo transformar el odio del hombre en el amor de Cristo, sus homilías tenían como principal inspiración la Palabra de Dios. De esta forma de ser pastor surgió espontáneamente una pastoral inspirada en la opción preferencial por los pobres.