Bajo el lema: “No a la violencia, drugstore busca la paz y síguela”, buy viagra los feligreses de la iglesia Luterana marcharon la mañana del miércoles, patient desde el parque Cuscatlán hacia la calle 5 de Noviembre, donde pidieron a Dios porque en el país predomine la paz, y como una muestra de solidaridad con las familias de las personas que han muerto a causa de la violencia.
El obispo luterano, Medardo Gómez, explicó que esta peregrinación se hace desde hace 28 años consecutivamente y forma parte de las actividades patronales dedicadas al Divino Salvador del Mundo.
“Estamos caminando por la paz, esto significa que los luteranos nos comprometemos a trabajar por la paz, nos preocupa las situaciones difíciles que estamos viviendo, como el caso de los niños migrantes, la falta de empleo, los salarios bajos, la falta de vivienda digna y las condiciones de marginalidad y pobreza que viven muchos”, afirmó el obispo Gómez.
El religioso dijo que otro El Salvador es posible, aunque no descartó que esto sea difícil sobre todo por los cambios democráticos, y sobre todo a la contienda política que se vive en el país. Una de las principales peticiones de la iglesia luterana es a los jóvenes en situación pandilleril, a que cesen de inmediato la violencia, el reclutamiento y la pugna, y se sumen a la búsqueda permanente de paz.
“Estamos preocupados por la situación de violencia que vivimos en el país, la cual impacta más directamente a los jóvenes, a diario nos toca ser víctimas, y testigos de la muerte, persecución y reclutamiento de jóvenes por parte de las pandillas y de otros sectores que no quieren la paz”, manifestó el obispo.
Los feligreses demandan de las autoridades que asuman con responsabilidad y con todos los recursos posibles este problema, así como tomar en cuenta los esfuerzos de todos los sectores de la sociedad que trabajan en la búsqueda de soluciones.
Asimismo, pidieron que se generen alternativas reales de empleo, educación, y recreación en alianza con la empresa privada y otros sectores para demostrar que en El Salvador, los jóvenes no son violentos, sino víctimas de la violencia.
Entre tanto, aseguraron que en el país se ha llegado a niveles incontrolables de estrés, miedo y violencia, sin embargo, reconocieron los intensos esfuerzos que se hacen desde diversos sectores para superar la crisis, aunque estos, no son suficientes.