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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Con la liturgia del Jueves Santo inicia el Triduo Pascual, una de las principales actividades de este día es la Última Cena de Jesús con sus discípulos, donde les lavó los pies, enseñó a servir con humildad y de corazón a los demás.
En la Misa vespertina, antes del ofertorio, el sacerdote celebrante toma una toalla y una bandeja con agua y lava los pies de doce varones, recordando el mismo gesto de Jesús con sus apóstoles en la Última Cena, donde celebró la Pascua, que para los judíos representaba la conmemoración de la liberación de Egipto.
Jesús lava los pies de los apóstoles, haciéndose modelo de amor a través del servicio, dando el mandamiento nuevo, de amarse los unos a los otros como él los ha amado.
Jesús en este pasaje del Evangelio enseña a servir con humildad y de corazón a los demás, por eso este gesto es la manifestación del amor trinitario en Jesús que se humilla, se pone al alcance y a disposición de todo hombre, revelando así que Dios es humilde y manifiesta su omnipotencia y suprema libertad en la aparente debilidad.
Este es el día cuando Jesús celebró la Última Cena con sus apóstoles e instituyó dos sacramentos para salvación de la humanidad: la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.
Este día también se recuerda aquella memorable noche de entrega, Cristo llegó a hacerse sacramento permanente en pan y vino que se convierten en alimento, para todos los que quieran recordarle y esperar su venida al final de los tiempos, quedando instituida la Eucaristía.
El Jueves Santo es el inicio del Triduo Pascual, el periodo más importante de la Semana Santa, cuando los católicos conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
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