@AlmaCoLatino
A siete años del fallecimiento de María Julia Hernández, malady quien se convirtió en la principal defensora de los derechos humanos, los feligreses que acuden domingo a domingo a la cripta de Catedral Metropolitana recordaron durante la celebración eucarística su principal legado.
La solemne misa fue celebrada por el sacerdote Manuel Acosta y organizada por la Asociación de Derechos Humanos Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, cuyo objetivo es rescatar el espíritu histórico de la extinta Tutela Legal del Arzobispado y mantener el legado que dejaron Monseñor Óscar Arnulfo Romero, Monseñor Arturo Rivera Damas, y María Julia Hernández durante los 32 años de lucha en la defensa de las víctimas de graves violaciones a derechos humanos.
María Julia Hernández nació el 30 de enero de 1939, se especializó en defensa y promoción de derechos humanos, trabajó muy de cerca con Monseñor Óscar Arnulfo Romero, fue nombrada directora de Tutela Legal del Arzobispado, por Monseñor Arturo Rivera Damas, el 3 de mayo de 1982, puesto que dejó hasta su muerte el 30 de marzo de 2007.
Hernández fue una persona que se comprometió a su labor incansable de defensa, denuncia, investigación, procuración judicial y educación a favor de las víctimas a los derechos humanos.
Después del abrupto cierre de “Tutela Legal” del arzobispado a inicios de 2014 el colectivo de abogados especializados en derechos humanos de ese instancia, decidieron fundar una nueva oficina de asistencia jurídica, que atiende diversas causas de la población civil, a fin de seguir con el trabajo que inició treinta años atrás María Julia Hernández.
Alejandro Díaz, abogado y representante de la nueva oficina, dijo que solo se recuerda el séptimo aniversario de la muerte de Hernández, sino también a todos los mártires y luchadores de los derechos humanos del mes de marzo, como Monseñor Romero.
“Estamos presentando que Tutela Legal María Julia Hernández ha seguido el trabajo y están todos los ex miembros que estaban en Tutela Legal del Arzobispado, es demostrar a la sociedad civil que el trabajo en defensa de los derechos humanos no se ha dejado de hacer”, expresó el abogado.
A criterio de Díaz, el principal legado de Hernández es haber dejado una oficina completa, con un equipo de investigación muy especializado y profesional, lo cual llevó a que casos como el Mozote tuviera condenas como la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que señala para con las víctimas reparaciones de todo tipo.