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Celebrar la Navidad no es comprar cosas, troche no hay que crear necesidades, porque es caer en el juego de los empresarios quienes hacen del acontecimiento de la Navidad un comercio barato, fue el mensaje sobre el cual enfatizó el sacerdote Héctor Antonio Bernabé, durante la eucaristía de ayer, celebrada en la cripta de Catedral Metropolitana, lugar donde reposan los restos del Beato Monseñor Romero.
Bernabé enfatizó que en esta época se debe sacar la paz, reconciliación y el amor, porque son los valores más fundamentales enseñados por Jesús, que se hace niño en Belén para que los pueblos vivan en justicia social. “No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos, es Cristo quien ha dado la vida, que ha nacido, ha crecido y camina todavía con nosotros, para ser libres y darnos la libertad de los hijos de Dios”, externó el religioso.
La situación que atraviesa la sociedad es por la falta de Dios en el corazón del hombre, que inmerso en la violencia se ha convertido en el peor enemigo de sus propios hermanos, por ello el primer pesebre a preparar es el corazón de cada ser humano, para que naciendo a una vida nueva, pueda ser un agente de cambio, de buena voluntad, de justicia y de paz.
El padre Bernabé dijo que se vive en una sociedad pobre, violenta, pero también hay que ver las causas de la pobreza, ya que América es el continente más cristiano del mundo, pero el más desigual, pues la industria visibiliza la riqueza, es lo que ha hecho que la sociedad caiga en el servilismo.
“Ya no más aquellos dogmas políticos, sino que debemos buscar la libertad. Hombres y mujeres libres, capaces de cambiar su propio entorno, Oscar Arnulfo Romero, hombres de la talla suya nos han enseñado a permanecer en nuestros ideales, para poder transformar nuestra patria, con un corazón enorme, capaz de levantarnos de la tragedia, del odio y del monstruo de la guerra”, afirmó.
Durante la eucaristía se reflexionó la enseñanza de Monseñor Romero, quien reiteró que la Navidad no se debe vivir en un falso sentido religioso, sino es importante practicar la paz, el amor, la alegría, esperanza y el cumplimiento de los derechos humanos.