@AlmaCoLatino
Este domingo fue especial en la Cripta de Catedral Metropolitana, viagra pues los feligreses que acuden a la celebración eucarística recibieron con alegría y jubilo la noticia acerca del avance en el proceso de beatificación de Monseñor Romero.
La semana pasada la Comisión de Teólogos aprobó la declaración donde se reconoce como “mártir” a Monseñor Romero, ahora esta ponencia pasará a la Congregación de cardenales, que la presentará al papa Francisco, quien decidirá si ordena su beatificación.
La declaración del “martirio” es el primer paso para su beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro, mientras que, después continuará la fase para la posible canonización.
El sacerdote Pío Agustín González dijo durante la celebración dominical que Monseñor Romero resucitó no sólo en el pueblo salvadoreño, sino lo ha hecho en todo el mundo, ya que su legado y testimonio motiva a muchos a seguir luchando por los más desprotegidos y humildes.
“Qué alegría estar en este lugar santo, sagrado, si recordamos a Monseñor Romero es porque se dejó llevar por el espíritu de Dios, le respetamos y es un ejemplo a seguir, porque se identificó y solidarizó con los más pobres”, indicó el padre Pío. A criterio de María Teresa Alfaro, de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral Metropolitana, el hecho que el Vaticano aceptó que el obispo mártir fue asesinado por “odio a la fe” es motivo de regocijo, ya que cada vez más está cerca la canonización de Romero.
“Con esto no sólo se está reconociendo a Monseñor Romero, sino también a esos tantos hombres y mujeres de buena voluntad que han entregado su vida, pero quien encabeza esa lista es Monseñor Romero, para nosotros es ese catequista que nos invita a conocer más a Jesús mediante su trabajo pastoral”, expresó Alfaro.
Para Cecilia Guzmán saber que dentro de poco se pueda tener al primer santo en El Salvador le llena de mucha alegría, ya que la figura de Monseñor Romero es un ejemplo a seguir independientemente de la creencia religiosa.
“Monseñor Romero nos enseñó con su testimonio cómo debemos vivir y tratar al prójimo. Ojalá y Dios nos conceda que muy pronto sea nuestro santo salvadoreño reconocido en todo el mundo”, afirmó la feligrés.
Romero se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por escuadrones de la muerte, cuando celebraba una misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia. En marzo de 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado y tras concluirse su fase diocesana, que redacta el informe sobre la vida, en 1997 pasó a la Congregación de la Doctrina de la Fe para que diese su autorización.
El proceso vivió una fase de estancamiento y sólo en 2005 la Congregación para la Causa de los Santos dio el visto bueno para continuar, mientras que, con la llegada del papa Francisco en marzo de 2013 se ha vivido una aceleración a la beatificación de Romero.