Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
“Andrea Abigail Murcia, Karla García, Flor María García, Silvia Guerrero, Guadalupe Gonzáles, viva se la llevaron, vivas las queremos”, gritaban decenas de mujeres en representación de diversas organizaciones que defienden los derechos de las mujeres que salieron a las calles de San Salvador para pronunciarse por los desaparecimientos que El Salvador enfrenta. Esta acción es en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que se conmemora cada 25 de noviembre.
Justamente en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) publicó y fue oficial la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), a la que El Salvador también está suscrito, por esa razón, y en el marco de la violencia que está viviendo las mujeres, niñas, y sobre todo las desapariciones, las mujeres organizadas se concentraron para respaldar, apoyar y acuerpar a los familiares de las víctimas de desaparecidas, así lo dijo Amalia Leiva, de la Asamblea Feministas.
Según reveló Leiva, hasta septiembre de este año, suman 603 desapariciones de mujeres en El Salvador. Por otra parte, la FGR hasta octubre de este año ha reportado cerca de las 1,200 denuncias sobre personas que han desparecidos, entre mujeres y hombres.
La marcha inició en la Plaza Salvador del Mundo para concluir en la Plaza Morazán, en el centro de San Salvador. Según manifestaron, el sistema (Estado) les arrebata la vida a las mujeres y niñas y el Estado no hace acciones eficaces para impedirlo, por ello afirmaron que se han tomado las calles para recordar que en El Salvador, las mujeres siguen siendo consideradas “ciudadanas de segunda categoría”.
Las mujeres organizadas exigen justicia por las desaparecidas, por las víctimas de Chalchuapa, por los feminicidios, por las sobrevivientes de violencia sexual, por la criminalización de la penalización absoluta del aborto, por las trabajadoras que se enfrentan a una violencia sistemática de sus derechos laborales, entre otros aspectos.
En su pronunciamiento oficial afirmaron que marcharon para exigir “un alto a la militarización de nuestras vidas, un alto al desmantelamiento de las instituciones del Estado de derecho, un alto a la privatización del agua y de todos nuestros recursos ambientales, un alto a la naturalización de los crímenes de odio y su impunidad, a los embarazos en niñas y adolescentes; exigimos respeto a la libertad de prensa, a las defensoras de Derechos Humanos y a las que siguen buscando a sus desaparecidas”.
Todo lo anterior contrasta con las acciones que el actual gobierno ha tomado, ya que poca atención le ha dado a este tema, caso contrario si le ha dado prioridad al tema del bitcóin, su proyecto que va a dedicar hasta una ciudad para que sea “la capital del bitcóin”. Las feministas afirmaron que “es indignante el silencio que guarda el Gobierno con el aumento de las desaparecidas”, y lamentaron la negativa de que se conforme una ley que responda a la transparencia de estadísticas de personas desaparecidas a través de información oportuna y humanizada a la familia que busca la verdad sobre sus desaparecidos. Por tal, manifestaron que se debe crear un sistema de búsqueda de personas desaparecidas eficiente que tenga los elementos de “verdad, justicia y garantías de no repetición” para las personas desaparecidas.
Justamente, en la Asamblea Legislativa ya existen propuestas de parte de partidos políticos para crear marcos normativos enfocadas en la solución de este fenómeno social, pero Nuevas Ideas no ha tocado los expedientes por ser iniciativas de partidos opositores.
También, afirmaron que es lamentable la persecución política que el Gobierno hace a las organizaciones feministas tal es el caso La Asociación Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes, y la Asociación de Mujeres Tecleñas, entre otras organizaciones de la sociedad civil, que buscan facilitar el acceso a las necesidades básicas de la población más vulnerable; por ello denunciaron que el presidente de la República Nayib Bukele utiliza las instituciones del Estado como la Policía Nacional Civil, la Fuerza Armada, como “herramientas de venganza personal contra las personas defensoras de Derechos Humanos que hacen oír sus voces críticas frente a un neofascismo”.
Lo anterior, en referehcia a que la semana pasada, elementos de la FGR, PNC y Fuerza Armada allanaron las oficinas de varias organizaciones de la sociedad civil, entre ellas “Las Mélidas”, a quienes funcionarios del Ejecutivo y diputados del oficialismo las han tildado de corruptas, por haber recibido fondos estatales a través de la Ley de Presupuesto que la Asamblea Legislativa aprueba.
En otro punto, dentro del pronunciamiento que las mujeres organizadas manifestaron, afirmaron que hasta la fecha las trabajadoras de maquilas, bordadoras a domicilio, trabajadoras del sector informal y domésticas continúan esperando el cumplimiento de sus derechos laborales “porque en El Salvador no existe trabajo dignos para las mujeres”.
Yancy Paredes, secretaria de organización del Sindicato de Trabajadoras del Hogar Remuneradas (SIMUTHRES), comentó que se han reunido con los tomadores de decisiones para la ratificación de del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, según Paredes, vendrían a mejorar las condiciones laborales del sector, pero, “lamentablemente no hay un interés político para la aprobación y ratificación de dicho convenio.
Dicho convenio establece estándares internacionales de protecciones mínimas y pone a disposición de los países firmantes, algunos principios básicos, medidas y recomendaciones para la promoción del trabajo decente en el sector que deben ir en consensos con las organizaciones más representativas de trabajadores. El convenio también incluye la prevención ante posibles riesgos laborales y protege frente a prácticas abusivas por parte de los patronos.
Paredes exigió que se establezca un salario mínimo para el sector de las trabajadoras domésticas ya que no cuentan ni con eso, así como ninguna prestación social. El sector de las trabajadoras domésticas no cuentan con seguridad social ni con contratos por escritos; por ello, la importancia de la ratificación del convenio de la OIT, apuntó.
En otro punto, las feministas también manifestaron que debe existir una Ley de Identidad de Género, normativa que estaba siendo estudiada por la Asamblea Legislativa anterior, pero con la llegada de Nuevas Ideas al poder, se mandó al archivo y hubo una nueva propuesta que se dejó en la ventanilla de correspondencia, pero que hoy por hoy, la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género se ha negado a estudiar.
En síntesis, sobre esta normativa, se busca establecer el derecho de todas las personas trans en El Salvador de acceder al cambio de nombre de acuerdo con su identidad y expresión de género.
Denunciaron que mientras Nayib Bukele propone ciudades privadas para los que saquean las tierras, miles de personas abandonan sus hogares por hambre, inseguridad y falta de oportunidades para las juventudes. Esto refiriéndose a la “Bitcóin City” (Ciudad bitcóin) que Bukele anunció que creará y que tendrá centros comerciales, viviendas y que sería financiada “con las ganancias del bitcóin”.
Dicha “ciudad” será libre de impuestos, a excepción del IVA. Algo que contrasta con las organizaciones de mujeres, quienes afirmaron que “en este país corrupto nos asfixian con impuestos y ahora no podemos comprar ni frijoles por el aumento de la canasta básica”, se lee en el pronunciamiento.
Esta marcha es para que el Estado no siga negando el derecho a una educación integral en sexualidad, aumento de calidad para construir un proyecto de vida, puntualizaron. La actividad concluyó en la histórica Plaza Morazán en el corazón de San Salvador.
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