TelesurTv
El presidente argentino, Alberto Fernández, aceptó el lunes que no se puede cumplir con el cronograma de pagos de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues si se hiciera se estaría «sumiendo a la economía en una postración absoluta».
«Objetivamente no podemos cumplir», señaló a Radio Continental, luego de que el pasado sábado la vicepresidenta Cristina Fernández indicara que esa deuda «se salió de control» y aseguró que «para poder pagar hoy, primero hay que salir de la recesión».
El jefe de Estado destacó que desde su Gobierno quisieran «destinar el pago de la deuda a la reestructuración de la economía».
«Nosotros quisiéramos destinar el dinero que está pensado destinarse al pago de la deuda a la reactivación de la economía, a sacar a la gente de la situación de crisis en la que está».
«Si pagáramos, igual no nos va a alcanzar, pero estaríamos sumiendo a la economía en una postración absoluta», puntualizó.
Fernández recibió el país con una economía en recesión desde abril de 2018 que agravó la situación social, con más de un tercio de la población bajo la línea de pobreza y el aumento del desempleo por encima del 10 por ciento.
El FMI otorgó en 2018 un préstamo por 56,300 millones de dólares, de los cuales desembolsó unos 44.000 millones, al Gobierno de Mauricio Macri ante la profundización de la crisis económica por la devaluación del peso y una masiva fuga de capitales.
El jefe de Estado, quien regresó días atrás de una gira por Europa donde buscó recolectar el apoyo de los principales líderes para establecer una renegociación de los términos de pago acorde a la realidad argentina, resaltó que no hay «ninguna» posibilidad de que el país pague la deuda.
Al referirse a sus entrevistas recientes con los líderes políticos de Italia, España, Francia y Alemania, recordó que les explicó lo que se pretende realizar y lo que Argentina necesita, y afirmó que «la respuesta de apoyo» fue muy importante.
Argentina afronta una nueva semana clave para su economía con la llegada de una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar en la renegociación de la deuda.
Las conversaciones con el FMI buscan un acuerdo para renovar su deuda mientras intenta cumplir con la promesa de evitar fuertes recortes en el gasto público.
El Gobierno argentino también espera obtener la aprobación del FMI para su plan de reestructuración de deuda con sus acreedores privados, antes de la fecha límite impuesta por Fernández del 31 de marzo.