Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Silvia Elena Regalado, ministra de Cultura, lamentó la pérdida del artista visual Fernando Llort, quien logró integrarse en la identidad del pueblo salvadoreño a través de su obra pictórica y artesanal.
“Fernando tuvo varias particularidades y quizá la que más sobresale es que él, de manera sencilla, sincera y auténtica, creyó en la creatividad, la esperanza y la capacidad del pueblo de producir y se asentó en La Palma (Chalatenango), siguiendo los llamados de su propio corazón”, dijo Regalado a su ingreso a la funeraria.
Fue el sábado 11 de agosto que la ministra de Cultura Silvia Elena Regalado anunció, a través de las redes sociales, que en horas de la madrugada, a sus 69 años de edad, había muerto el insigne artista plástico, quien en el año 2013 se le entregó el Premio Nacional de Cultura, y que deja un legado que ha dado la vuelta al mundo.
Fernando Llort nació el 7 de abril de 1949, estudió arquitectura y teología, pero se decantó por su talento artístico que desarrolló y se convirtió en artista visual, muralista, cantante, pintor y escultor. Además, disfrutó de enseñar a nuevas generaciones.
Instalado en La Palma, Chalatenango, en los años setenta, Llort no solo fundó su hogar sino el taller desde el cual ha dejado un legado infinito, donde además impulsó con los primeros artesanos la primera cooperativa llamada la “Semilla de Dios”, y creó el estilo “palmeño”, que marcó una época.
Actualmente, en su antiguo taller, se continúa trabajando a diario. Un grupo de artesanos y artesanas laboran sobre la madera, semillas, vidrio, tejidos o pinturas abstractas, con mensajes de armonía espiritual o de paz, que fue la firma de Fernando Llort.
Su obra se encuentra tan presente que el Gobierno a través de CONAMYPE, y la asesoría de JICA (cooperación japonesa) han integrado su casa-taller en una ruta turística “histórico-cultural” en La Palma, Chalatenango. La ministra Regalado agregó que Llort no solo ha dejado un legado que identifica al pueblo salvadoreño a nivel nacional, sino que también estimuló a un grupo de pobladores a impulsar iniciativas productivas que cambió a La Palma para siempre, conocidos como los “Artesanos de la paz”.
“Fue el Premio Nacional de Cultura 2013, que es una distinción que reconoce la trayectoria de los artistas, toda su obra y es la mayor distinción. Y él la obtuvo por su gestión cultural. Mañana (hoy) tenemos reunión con el equipo de directores nacionales, ya que como ministerio tenemos que asumir esa respuesta, ante la sociedad en su homenaje para reconocerlo, aunque queremos generar un espacio en donde la sociedad tenga la oportunidad de reconocerlo en toda su dimensión”, explicó.
La obra de Fernando Llort se encuentra en una infinidad de hogares salvadoreños en figuras que guardan singulares escenas o significados, llenas de intensos colores plasmados con sus pinceles de imágenes de Dios, mujeres, hombres, niñez, animales y paisajes.
Ranalthe Herbert Zometa, cineasta que se encuentra en la edición de un documental sobre Fernando Llort, afirmó que desde hace algunos años, con la amistad que compartía con el artista, decidieron echar a andar este proyecto cinematográfico. “Él sentía que nunca se hizo justicia sobre el mural (Armonía de mi pueblo/mural de Catedral Metropolitana), que era el luto que siempre llevaba y entonces, hablamos del documental que estuviera enfocado en su obra, su legado, para contar la historia de El Salvador, pero la burocracia terminó cambiando, y lo hicieron sobre su vida y tenía el nombre Armonía de mi pueblo, que ahora tendrá algunos cambios, aunque serán mínimos y espero que sirva para dignificar la vida y obra de mi hermano Fernando Llort”, finalizó.
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