Chicago/AFP
Un tratamiento hormonal ayuda a mujeres jóvenes que padecen cierto tipo de cáncer de seno a preservar mejor su fertilidad durante una quimioterapia, sick así como a prolongar su vida, cialis muestran los resultados de una prueba publicados este viernes.
La quimioterapia trae entre otros efectos un riesgo importante de provocar una insuficiencia ovárica al disminuir la cantidad y la calidad de los óvulos almacenados en los ovarios, un número no renovable.
Para preservar su aptitud para tener hijos, una mujer puede hoy, antes de iniciar una quimioterapia, recurrir a congelar ovocitos o embriones después de una estimulación ovárica, un procedimiento costoso comparable al que se realiza para parejas con problemas de fertilidad.
Este estudio clínico de fase 3 muestra que una medida como ésta puede ser evitada con una inyección mensual de goserelina durante una quimioterapia, que reduce en 64% el riesgo de falla de los ovarios.
Al bloquear la producción de estrógenos, el tratamiento provoca una menopausia temporaria y preserva mucho mejor la fertilidad de la paciente.
Sólo el 8% de las pacientes que recibieron una inyección mensual de esta hormona presentaron una falla de los ovarios después de dos años, contra 22% en el grupo testigo.
Además estas mujeres también tenían dos veces más posibilidades de tener un embarazo normal después de finalizar la quimioterapia con respecto a aquéllas que no habían recibido el tratamiento hormonal, subrayaron los investigadores en el primer día de la conferencia anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), en Chicago (Illinois, norte) este fin de semana.
«Preservar su fertilidad es un objetivo y una preocupación importante para las jóvenes mujeres a quienes se diagnosticó un cáncer de mama y los resultados de esta prueba clínica brindan una alternativa simple y nueva que podría eventualmente aplicarse a otros tipos de cáncer», subrayó la doctora Halle Moore, de la clínica Cleveland, su principal autora.
«No sólo la goserelina se muestra como muy segura, sino que también es eficaz en la medida en que el tratamiento incrementa la probablidad de quedar embarazada y dar a luz a un niño que goce de buena salud después de una quimioterapia», añadió.
También indicó que quedó sorprendida al constatar que la goserelina prolongaba la vida de los pacientes.
Después de haber tomado en cuenta los diferentes estadios en la evolución de la enfermedad entre las participantes del estudio, aquéllas que habían sido tratadas con esta hormona tenían 50% más posibilidades de estar con vida cuatro años después del diagnóstico, en comparación con las mujeres del grupo testigo.
La prueba clínica abarcó a 257 mujeres aún no menopáusicas con un tumor canceroso de mama y receptores hormonales negativos.
En Estados Unidos, cada año cerca de 49.000 mujeres menores de 50 años son diagnosticadas con cáncer invasivo de seno y cerca de 11.000 de éstas tienen menos de 40 años. En ese grupo, cerca del 15% presenta un tumor con receptores hormonales negativos.