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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) propuso un decreto transitorio, para la entrega voluntaria y destrucción de armas de fuego, a cambio, las personas recibirían vales del gobierno y comprar de artículos de primera necesidad, herramientas de trabajo, libros o artículos deportivos.
“Intentamos presentar a la Asamblea Legislativa una carta y una propuesta de decreto, ambos cruciales para la seguridad del país. Lamentablemente, no fueron recibidas porque no llevaban la firma de ningún diputado”, informó FESPAD.
Este 16 de octubre la Asamblea aprobó legalizar las armas de fuego adquiridas ilícitamente, sin embargo, esto vendría a favorece el comercio ilegal de las mismas.
FESPAD desde hace años propuso estrategias para contribuir a la seguridad ciudadana, particularmente la reducción de la violencia armada. En 2022 presentó una propuesta de reforma a la ley de armas, sin embargo, nunca fue retomada.
El documento elaborado por FESPAD indica que en El Salvador, entre los años 2019 y junio 2024 se registraron 5,331 homicidios, de los cuales en promedio el 80%, fueron cometidos con un arma de fuego, según cifras oficiales. Además, entre 2019 y 2021 se registraron un total de 12,444 hechos delictivos cometidos con un arma de fuego.
Estos datos demuestran que este tipo de armamento es un factor de riesgo para la vida de la población salvadoreña, y es necesario implementar todos los mecanismos legales e institucionales, a fin de reducir su circulación legal o ilegal.
“Es fundamental que no solo se regulen las armas, sino que también se promueva la cultura de paz, hacemos un llamado a todos los diputados de la Asamblea que quieran darle iniciativa a esta propuesta, con gusto le haremos llegar todos los detalles necesarios”, sostuvo.
La Asamblea aprobó disposiciones transitorias con un período de 90 días, para que los ciudadanos con armas sin matricular, puedan inscribirlas en el Ministerio de Defensa.
Según los diputados, esta medida contribuirá a que las autoridades tengan un control real de las armas que están en manos de la población; ayudará a prevenir el cometimiento de delitos y reforzará las estrategias de seguridad, como el Plan Control Territorial.
Otro de los objetivos es facultar a las autoridades para que puedan captar y destruir las armas de fabricación artesanal o hechiza, obtenidas durante la vigencia del decreto transitorio.
