Godofredo Echeverría
“…El Buen Vivir es la forma de vida que permite la felicidad y la permanencia de la diversidad cultural y ambiental; es armonía, viagra igualdad, equidad y solidaridad. No es buscar la opulencia ni el crecimiento económico infinito.” (Buen Vivir, Plan Nacional 2013-2017 “Todo el Mundo Mejor”. Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, Ecuador).
Los aires transformadores de la vida en América Latina llegan desde el Sur y con ellos, el aporte de nuevas prácticas, que no es más que juntar la tradición con el conocimiento académico, la tradición de los pueblos indígenas con su cosmovisión solidaria entre las persona y con la naturaleza. Esta cosmovisión –común en Mesoamérica—durante muchos años estuvo sepultada por las visiones del “desarrollo”, concepto surgido después del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuyo fin último es crecimiento económico utilizando como herramientas la modernización y la tecnificación.
El concepto del Buen Vivir recoge la tradición de los pueblos indígenas, mucho más rica e incluyente que la del capitalismo individualista y depredador del medio ambiente. El Buen Vivir promueve la vida en armonía con la naturaleza, pues el ser humano es parte de ella, no se coloca por encima y esta circunstancia lo convierte en hermano de los demás seres humanos, al ser hijos de la misma madre: la Madre Tierra. De ahí que las costumbres, prácticas y saberes surgidos de esa relación solidaria producen prácticas productivas que no dañan la naturaleza.
Esta manera de abordar la producción agrícola choca de manera directa con la “revolución verde” que busca aumentar la producción mediante la utilización de maquinaria y de insumos químicos. Las ciencias agropecuarias están demostrando que la industrialización no mejora la agricultura y daña la salud de las personas, de las aguas y los suelos.
Fundamentado en el conocimiento científico y en la práctica de las comunidades indígenas y campesinas, la concepción del Buen Vivir (Sumak Kawsay en Ecuador o Suma Qamaña en Bolivia) orienta la búsqueda del bienestar de las personas con respeto del medio ambiente, con respeto a las culturas, promoviendo la equidad para eliminar las desigualdades, sean étnicas, de grupos sociales, de grupos de edades, etc.).
En relación a la manera de gestionar la administración pública de gobiernos anteriores, plagada de corrupción, favoritismos en la entrega de recursos naturales, aumento del poder del mercado en las cuestiones de Estado, autoritarismo, ausencia de participación ciudadana, etc., el Buen Vivir se muestra como una alternativa que sienta nuevas bases para la gestión pública basada en la participación de las ciudadanas y los ciudadanos en la generación de una nueva cultura de solidaridad, de búsqueda del bien común en oposición al consumismo individualista.
El Buen Vivir ha demostrado ser una concepción de gobierno de todos, de la vida de la comunidad en beneficio de todos los sectores poblacionales de la Nación, a diferencia del modo de vida fomentado por el neoliberalismo en los países ricos que a pesar de su riqueza han plagado de miserias a la población de sus países hasta el punto que el alimento se ha convertido en lujo y muchas veces solo les queda a los ciudadanos acogerse a la caridad para obtener algún alimento mientras las empresas más poderosas no detienen su enriquecimiento.
En El Salvador el buen Vivir ha iniciado su camino de la mano del nuevo gobierno, el que promueve un cambio de paradigma en la planificación de la vida social, económica, política, cultural y medioambiental, adoptándolo como paradigma del Plan Quinquenal 2014-2019.
Con anterioridad, durante la gestión de Mauricio Funes, la ahora Primera Dama de la república, inició con la realización de lo que conocemos como el Festival para el Buen Vivir, muestra de rendición de cuentas de las instituciones de gobierno hacia la comunidad de las poblaciones locales, pero también un acercamiento de dichas instituciones para brindarle servicios a la población a la puerta de su casa en un ambiente festivo-popular, una especie de fiesta patronal dedicada a la convivencia en armonía y con alegría. No falta el programa cultural con artistas populares o académicos que comparten sus propuestas con la población. Es frecuente ver a los pobladores y pobladoras llevando iguanas obsequiadas por el Ministerio de Agricultura, gallos baratos, vacunación gratuita de perros y gatos, pescaditos para combatir los zancudos, plantas ornamentales y alimenticias, además de asesoría técnica para quien lo solicite o información para ingresar a la Escuela Nacional de Agricultura. Uno de los pilares del buen Vivir es el trabajo de cultivar la tierra para producir alimentos para la población, ese pilar se encuentra bien resguardado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería dirigido por sus titulares y especialistas.
También se encuentran grupos de niños recibiendo talleres de INJUVE u otra institución; se aprecia a los mayores pidiendo información o pasando consulta médica para luego solicitar sus medicamentos o la atención dental u oftalmológica, atendidos por verdaderos ejércitos de profesionales de la salud aportados por el MINSAL, el Ministerio de Economía dispone de un CENADE, un agromercado al alcance de la mano con productos orgánicos de buena calidad y a bajo precio y si le queda tiempo para recibir un masaje o cortarse el pelo, ¡pase adelante!