Managua/AFP
El XIII Festival internacional de poesía de Granada inicia este domingo sacudido por el emplazamiento al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal a pagar una indemnización millonaria en una disputa de propiedad con supuesto tinte político.
Molestos y asombrados por la situación que enfrenta el nonagenario autor de «Cántico cósmico», cerca de un centenar de poetas de unos 50 países de Europa, América y Asia asisten a la 13 edición del festival que se celebra Granada.
Durante una semana, esta ciudad turística será escenario de lectura de poemas, talleres literarios, feria de libros, artesanía y actos culturales.
El cónclave literario dedicado en esta edición al poeta Rubén Darío -en el 150 aniversario de su natalicio- y al vate salvadoreño Roque Dalton se vio empañada la víspera por el fallo de un tribunal civil publicado en el diario oficial La Gaceta, según el cual Cardenal deberá pagar a su exsocia Nubia Arcia el equivalente a 800.000 dólares por daños y perjuicios, deterioro de bien de propiedad e incumplimiento de contrato.
«Respeto a las instituciones, pero también respeto mucho la persona y la obra de Ernesto Cardenal (…) no conozco los detalles y el fondo del asunto pero espero que esto se aclare en un sentido que no debamos de lamentar», dijo a la AFP el escritor español, Antonio Gamoneda, invitado de honor al festival.
«Otra vez persiguen al poeta Cardenal. Qué vergüenza», tuiteó la escritora Gioconda Belli, quien dirá las palabras de bienvenida al foro literario.
El escritor costarricense Osvaldo Sauma calificó de «atrocidad» «espeluznante» que con una resolución «sacada de la manga de la camisa se pretenda aprovechar el festival para dañar la imagen de Cardenal, cuya obra es reconocida no solo en Centroamérica sino que es universal».
Sauma señaló que logró percibir que renombrados líricos que asisten a Granada «están molestos» por la situación que enfrenta el poeta Cardenal.
El también sacerdote trapense y uno de los exponentes de la Teología de la Liberación mantenía una disputa legal desde 2009 con Arcia por la propiedad de un hotel que según el escritor pertenece a la Asociación para el Desarrollo de Solentiname -un archipiélago en el Lago de Nicaragua- de la que él es su benefactor.
El escritor acusó al gobierno del presidente Daniel Ortega, del que es un duro crítico, de usar las instancias judiciales en su contra como represalia.
La asistente de Cardenal, Luz Marina Acosta, dijo que la resolución es «absurda, ridícula, inhumana y una grosería» porque el sacerdote de 92 años no tiene dinero.