Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
A un mes y quince días del proceso de exhumación de los estudiantes y dirigentes universitarios Raúl Hernández y Carlos Arias, la Fiscalía General de la República (FGR) prevé que sea la última semana de búsqueda de sus restos, de no encontrar mayores indicios de las víctimas, afirmó el fiscal asignado al caso.
“Ya tenemos un buen tiempo acá; de no encontrar mayor hallazgos esta semana que estamos iniciando, pues daríamos aquí por concluido. Se han hecho todos los esfuerzos a nuestro alcance para ubicar los restos, pues seguiríamos profundizando en la investigación, ahora estamos en la búsqueda de los restos, que se sumaría a la investigación abierta”, acotó el fiscal.
No obstante, destacó que la decisión es “preliminar” sobre este caso de los dos estudiantes universitarios, porque de encontrarse evidencias importantes o hallazgos significativos, se podría extender este trabajo de exhumación; “todo dependerá del nivel del hallazgo, de la importancia y obviamente todo indicio que nos lleve a encontrar los restos de estas personas”, aseguró.
La Plaza Salvador Allende que se extiende en la entrada principal de la Facultad de Medicina en la Universidad de El Salvador, aún luce la cinta amarilla que prohíbe el paso a los transeúntes habituales del centro de estudios superiores, desde el 16 de enero pasado, cuando en cumplimiento de la orden judicial del Juzgado Décimo Primero de Paz, de San Salvador, se autorizó su exhumación, que da paso a una investigación y posterior entrega de los restos a sus familiares.
El polvo acumulado en los escalones y la plaza se desprenden de cientos de sacos con tierra extraídos de la catacumba y pasillos de la exhumación en la búsqueda de los restos, a la que se ha unido Pro-Búsqueda, una organización no gubernamental que ha venido trabajando en la búsqueda de niños y niñas desaparecidos durante el conflicto armado en la década de los años ochenta.
Eduardo García, director ejecutivo de Pro-Búsqueda explicó que la Fiscalía General de la República, conociendo del trabajo que realizan en rastrear a personas que están desaparecidas, en lugares que son difíciles de ubicar, necesitan de una inspección en el terreno sin remover, invadir o cambiar la situación en que están los restos, les pidió su participación para encontrar a los jóvenes estudiantes.
“En Pro-Búsqueda adquirimos un equipo de georreferencia, que es el que utilizamos cuando realizamos una reconstrucción de casos así, desde los testimonios y la ubicación por GPS, como este equipo que trabaja con impulsos magnéticos”, dijo.
“Con los impulsos magnéticos lo que vamos a buscar es diversidad de materiales que generan campos magnéticos ya sea metálicos, ferrosos, no ferrosos, plata, oro y cavidades; esto nos puede permitir encontrar el cobre o plomo de los proyectiles -por su asesinato- podemos detectar el cráneo, si no está destrozado, recordemos que es una cavidad y normalmente donde han habido enterramientos se forman bolsas de aire porque el cuerpo se subsume y esto nos daría cierta precisión del tamaño del objeto y la profundidad en la que está y hay una cavidad u objetos metálicos, como tal, pero no identifica cuerpos, pero sí todos los indicios que están relacionados al conflicto armado, si los difuntos portaban una cadena, una hebilla de cinturón podemos encontrar objetos y podemos asociarlos a esa cavidad”, manifestó.
Raúl Hernández fue estudiante de Medicina y dirigente estudiantil, secuestrado y posteriormente asesinado por un grupo armado, cuando salía de una reunión con un grupo de estudiantes del campo universitario en Santa Ana, fue encontrado en la zona de Los Naranjos, con disparos en su espalda.
Mientras, Jorge Arias, se especula que fue asesinado también por su activismo político, aunque se menciona que falleció por un accidente de tránsito, pero serían las indagaciones de la fiscalía las que determinarán los hechos, ambos tuvieron actos fúnebres en Catedral Metropolitana y fueron enterrados el 6 de marzo de 1980 en la Plaza Salvador Allende.
“Entiendo que hasta el momento la búsqueda ha sido infructuosa, pero quiero señalar que es complicado encontrar a un fallecido en un espacio como este, que ya está delimitado.
Entiendo que el equipo del MOP utilizó la impresión de ultrasonido para encontrar la remoción de estratos (capas de sedimento), las que se pueden visualizar en dos dimensiones, porque si un estrato ha sido movido se ven como líneas discontinuas”, señaló. “Nosotros podemos ver en tres dimensiones objetos metálicos y cavidades, así como el volumen para determinar la profundidad en la que está, vamos a intentar hacer un barrido arriba y al interior de las galerías, por si pudiera estar el cuerpo a un lado u otro del túnel. Esperamos poder ayudar en este caso; si no se puede, pues sería una experiencia y es muy interesante porque nos ayuda a aprender e interpretar lo que dice este aparato”, concluyó García.
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