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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), instancia financiera del Sistema de Naciones Unidas, afirmó, en su análisis realizado el pasado mes de julio, que el aumento de las tasas de obesidad en los países en desarrollo se encuentra relacionado al elevado precio y disponibilidad de alimentos saludables”.
Las “grandes diferencias de precios entre alimentos saludables y no saludables” es relevante, y si a esto se suma la falta de disponibilidad de una variedad de alimentos sanos, se convierten en los responsables del “alza en las tasas de obesidad” que ha trascendido las zonas urbanas para llegar a las rurales en los países en vías de desarrollo, expresó en su análisis el FIDA.
“Aunque existen diferencias de precios entre los alimentos saludables y no saludables en todas las naciones del mundo, esa diferencia es mucho más acusada en los países más pobres. Además, las desigualdades respecto a un nivel elevado de ingresos dentro de los propios países se asociación a una mayor prevalencia de la obesidad”, dijo Joyce Njor, especialista técnica principal en nutrición del FIDA.
“Si queremos poner freno al aumento de tasas de obesidad en los países en desarrollo, necesitamos soluciones estructurales que aborden el funcionamiento de los sistemas alimentarios. Resulta alarmante constatar que tres mil millones de personas en el mundo no pueden permitirse una dieta sana”, agregó Njor.
Sobre la investigación del FID, que realizó junto al Centro para la Innovación en Desarrollo de la Universidad de Wageningen (Países Bajos), se dio una revisión de diversos estudios de cinco países representativos como: Bolivia, Egipto, Indonesia, Nigeria y Zambia, que les permitió comprender los factores que promueven el aumento en las tasas de obesidad en los países en desarrollo y los tipos de intervenciones, desde la perspectiva de los sistemas alimentarios, para que de un resultado frente a este problema de salud pública a nivel mundial.
“Prevenir la obesidad en los países en desarrollo requiere un enfoque integral en que se contemplen las normas culturales, se lleve a cabo una labor de sensibilización sobre los riesgos vinculados a la salud y se promueva la producción, la disponibilidad y la asequibilidad de alimentos saludables”, consideró Njor.
En cuanto a las tasas de obesidad en países en desarrollo el FIDA reiteró que se acercan a niveles de países de ingresos altos. Y que esos factores que propician la obesidad es el precio de los alimentos saludables, que incluso es mayor el costo que en países ricos. “El estudio de Headey/2019 señaló que en los países pobres es 11,66 veces más caro obtener una caloría de huevo que una caloría que provenga de alimentos básicos ricos en almidón como cereales y sus derivados como hortalizas o leguminosas. Mientras que obtendría de refrigerios azucarados solamente 2,92 veces más caros que los amiláceos (alimentos ricos en almidón)”, señala.
Asimismo, alerta sobre el “consumo de bebidas azucaradas” que están aumentando en los países en desarrollo, así como el volumen mundial total de ventas per cápita de alimentos envasados que pasó de 67,7 kg. (2005) a 76,9kg (2017), alimentos procesados que en su mayoría presentan un mayor contenido de azúcares añadidos o libres de grasas saturadas y trans, sal y densidad energética, y un menor contenido de proteínas , fibra dietética y micronutrientes (estudios de Ford et al (2017) y Malik y Hu (2022).
El FIDA resaltó el tema de la cultura de estos países en vías de desarrollo, como el “niño gordito es deseable”, pues es considerado un signo de salud y riqueza, cuando el consumo de alimentos pocos saludables también puede influir en el gasto energético en culturas en que la inactividad física se asocia a una posición social elevada.
