Ana Gloria Carranza
Carmen Eugenia Pinto *
Mahatma Gandhi, el filósofo y político indio, adalid del nacionalismo indio, predicó la resistencia pasiva contra el colonialismo inglés predicando la dignidad y recordando a sus connacionales: “Somos iguales que los ingleses”.
A Fidel se le considera “El Gandhi de América”. Pero Fidel fué más allá. Predicó y respetó la verdad con la que nacemos, todos tenemos la misma dignidad. Nacemos con ella. No se puede quitar porque todos somos Seres Humanos. Ya traemos la dignidad. Por lo tanto, Fidel respetó la dignidad. El Ser Humano tiene dignidad.
Trabajó por la unidad y la tan ignorada dignidad que muchos padecían, fomentó el orgullo de ser cubano y ser solidario con otros. Porque los otros también tienen dignidad. Es así, que la dignidad no sólo se la da al cubano, sino al Latinoamericano, al Africano, al Haitiano y todo aquel que la tuviere minimizada y necesitare recordarlo.
Es con Fidel que nace el verdadero progresismo. Cimentó las bases, desarrolló y apoyó la cultura cubana, porque expresaba: “La cultura es arma y escudo de una nación”. Explicaba: “ La esclavitud existe. Cuando a la persona se le ignora su identidad, se le prepara para ponerle cadenas para que su cerebro piense de otra manera”. Predicó sus ideas, ya que las ideas que no se conocen, no llegan a concretarse, no luchan. Por ello utilizó la comunicación. Su vida fue ligada a los medios. Siempre cercano a la gente. No establecía jerarquías. Coherente con su principio de respeto a la dignidad, las personas con las que se relacionó expresan que nunca alzó la voz en sus diálogos. Siempre poniéndose en el lugar del otro. Este reconocimiento y respeto a la dignidad humana lo hace un gran maestro en principios y valores que no pudieron acabarlo porque sus ideas basadas en la dignidad de la persona son invencibles. El Ser Humano para respetar su dignidad con la que nace, como la comprendió Fidel, era dándoles a todos, la oportunidad de alcanzar educación, salud, seguridad, unión, empatía y solidaridad. Cuba fue el primero de América Latina en declararse libre de analfabetismo. Declaraban que hay millones de niños en el mundo abandonados en las calles pero ninguno de ellos es cubano. Al reconocer la dignidad con que se nace, no hay menosprecio por el Ser Humano. Todos merecemos las mismas oportunidades. Así, Fidel Castro convirtió sus ideas con hechos y entró entre los grandes del mundo.
En su caminar se fue dando cuenta que devolver poder a los pueblos a través de la información y el conocimiento es un largo camino. Fue conociendo otras realidades y dándose cuenta que los cambios debían ser más profundos y constantes. Batista perdió el poder porque no reconoció la dignidad de sus connacionales, ensalzó su ego y el de los que lo obedecían. De allí la importancia en trabajar con la dignidad de los pueblos. Es otro mundo al que todos debemos aspirar. Y es que la gente quiere tener salud, educación, seguridad y lujos, todo al mismo tiempo. Y los lujos no van con el esquema de la dignidad porque de allí nacen las grandes diferencias.
Su modelo fue ampliamente combatido por las grandes potencias. Cuba ha sufrido un bloqueo económico, vigente hasta la fecha. Aunque el bloqueo ha sido rechazado por todos los países del mundo representados en las Naciones Unidas, a excepción de dos, no ha podido ser desmantelado. ¿ Y qué es el bloqueo? es la demostración del poder por el poder económico. La dignidad que Fidel demostró en afrontarlo fue superior a cualquier bien material. Fidel lo demuestra buscando soluciones creativas para su pueblo. Demostrando que podían ser como David defendiéndose contra Goliat (Imperios económicos). Fidel demuestra su autosostenibilidad aún con un bloqueo económico diseñado con un pensamiento bestial. No pudieron con su brillantez. En entrevista documentada, realizada a un estadista representante de uno de estos imperios, sobre el liderazgo de Fidel, respondió: “Nos molesta como líder porque estamos acostumbrados a negociar con perdedores, no con ganadores”.
Ciudadanos progresistas en los tiempos de represión de gobiernos militares, en América Latina., expresaban: “El único líder latinoamericano por el cual el imperio no puede generalizar que ‘todos los políticos son corruptos en latinoamerica’, es por Fidel”.
Todo este reconocimiento a la dignidad del ser humano, trae como consecuencia el agradecimiento. El mundo lo pudo constatar en la semana de duelo decretada por el gobierno cubano, para despedirlo. En La Habana, líneas interminables de personas pasando frente a sus cenizas. En su recorrido al interior de Cuba, líneas de personas esperándolo pacientemente a los lados de la carretera para ver pasar el cortejo. Oraban a su paso, lloraban, hacían el saludo militar, levantaban los brazos en señal de saludo, innumerables muestras, en medio de un silencioso, conmovedor y profundo orden. ¿ Por qué esperaban en medio del sol o de la oscuridad, si sólo serían segundos ? ¿ Qué le estaban agradeciendo? ¿ Los tesoros? ¿Los manjares? ¿ Las mansiones? ¿ Las mejores ropas ? No. Le agradecían la dignidad que les reconoció. El pueblo derrochaba dignidad.
En las entrevistas que los periodistas hacían a su paso, las personas expresaban: “Fidel reconoció nuestra dignidad”. En las entrevistas, durante sus funerales, las personas expresaban que Fidel les había enseñado claramente que podrían ser profesionales unos, obreros otros, pero la dignidad entre unos y otros no varía. Fidel reconoció el privilegio de ser iguales y no desfallecer ante aquellas fuerzas que quieren demostrar lo contrario, es decir, aquellos que para defender sus privilegios, pregonan por seres humanos que sí merecen vivir como seres humanos y otros no.
Reconociendo su propia dignidad, no permitió, que se construyeran monumentos alusivos a su persona, ni nombrar calles o lugares con su nombre, en vida o después de su muerte, para fusionarse así con su pueblo ya que para Fidel todos somos dignos de reconocimiento.
Sin el reconocimiento de esa dignidad nos volvemos mezquinos, envidiosos, la esperanza se muere. Si la persona, es sometida, no respetándole su dignidad, es fácil de manejar. Por ello Fidel les enseñó la importancia de ser respetados en su dignidad. Cuba fue inamovible, ni con la caída de la guerra fría. Por más de 5 décadas no pudieron derrumbarla, porque la dignidad es intrínseca del Ser Humano y nunca debemos permitir que la irrespeten. Con ello logró desmitificar a “Las Bestias”. Logró sembrar la semilla y ha dado frutos. Lo pudimos ver al paso de su féretro, con personas que repetían o levantaban pancartas diciendo: “Yo soy Fidel”, es decir, que tenían clara su prédica. La dignidad estaba reconocida.
Y así vemos ahora a la población cubana, alegre, solidaria, sirviendo en diversos países en el mundo, aportando y llevando liderazgos en las áreas de deportes, salud, educación, ciencia, ecología, etc. etc. con disciplina, responsabilidad, rindiendo cuentas de sus actos. Y, sobre todo, alertas al reconocimiento de su dignidad.
Los cubanos que no quisieron reconocer esa dignidad, están en Miami. Y el mundo también lo pudo constatar, cuando unos pocos, celebraban su muerte, en contraste con el resto del mundo que lo lloraba y reconocía su legado. La representación de líderes de todo el mundo en su funeral fue majestuoso, aún cuando ya no era Jefe de Estado.
“Una vida larga y excepcionalmente fértil como la de Fidel solo cabe celebrarla cantando a la suerte de haber sido sus compatriotas y sus contemporáneos”. Arleen Rodriguez Diavet, Periodista cubana.
“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido con la obra de la Vida”. José Martí.
*Amigas CAPI.