Por Lissy Rodríguez Guerrero
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Volvió el guerrillero a juntar una multitud de jóvenes agradecidos. Volvió a indicarnos el camino correcto, con su dedo índice señalando al futuro. La escalinata de la histórica Alma Mater –esa que muchas veces lo vio dirigirse a los estudiantes– aglutinó en una velada político cultural a la generación en la cual depositó toda su confianza, y que a través de la genuina expresión del arte demostró, a un año de su partida física, que no se ha ido, está hoy más presente que nunca.
Acompañados por José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido; y los miembros del Buró Político Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Mercedes López Acea, vicepresidenta del Consejo de Estado, los jóvenes palpitaron con cada canción-himno que se escuchó en la noche, y con las imágenes que trazaron la ruta del líder junto a las nuevas generaciones a lo largo de la historia.
«¡Yo soy Fidel!», «¡Se oye, se siente, Fidel está presente!», fueron las frases multiplicadas en las voces de los jóvenes, que en los mismos peldaños por donde ascienden cada mañana en la conquista de sus saberes, se encontraron con la historia para recordar el día que el eterno joven iniciara su camino hacia la eternidad, en fecha simbólica marcada también por la hazaña que 60 años antes protagonizaron los que, como él, partieron en el yate Granma para liberar a Cuba.
El timonel de esa gesta, «el hombre que nos enseñó a ser, el líder por excelencia, el martiano por convicción, el compañero de lucha», como lo llamó la presidenta de la comisión organizadora nacional de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media, Niuvys Garcés, cruzó «las fronteras de su tiempo», para «vivir eternamente entre su pueblo».
«Así te sentimos Fidel, más presente y vivo (…) Cada mañana nos convocas a asaltar el Cuartel Moncada, a ser expedicionarios del yate Granma, a preguntarnos qué debemos perfeccionar para ser un estudiantado de vanguardia (…) cómo amar aún más la historia y defender bajo cualquier circunstancia nuestra Patria».
En la velada, donde también estuvieron presentes Olga Lidia Tapia, miembro de secretariado del Comité Central del Partido, y Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, la dirigente estudiantil manifestó que para Cuba es indispensable regresar cotidianamente al ejercicio de pensar «qué harías si estuvieras aquí», y a su concepto de qué es, verdaderamente, Revolución.
Y es que «el gigante», dijo por su parte Raúl Palmero, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), nos legó una nación digna y redimensionó el papel de la juventud, transformó a toda Cuba en una universidad, pero sobre todo nos entregó el tesoro más grande: «una patria independiente que se construye orgullosa y no se doblegará nunca».
Según recordó Palmero, en mensaje enviado por el Comandante en Jefe a la FEU el 26 de enero del 2015, «advirtió que no se puede confiar en el imperialismo»; y así fue como dotó de armas y entregó verdades a los estudiantes, «como un compañero más».
El poema Canto a Fidel, así como temas convertidos en relatos de la Revolución, como La Bayamesa, La Era, Mi historia crecerá, Cualquier lugar es mi tierra, 14 verbos de junio y Cabalgando con Fidel, fueron solo algunos de las escuchados en la velada donde participaron, entre otros, los trovadores Raúl Torres, Eduardo Sosa, Annie Garcés y Vicente Feliú; los grupos Jazz Band, Arnaldo Rodríguez y su Talismán, Moncada y La Colmenita; la compañía Tiempos y el actor Alden Knight.
Asistieron también al acto los titulares de Educación y Cultura, Ena Elsa Velázquez Cobiella y Abel Prieto Jiménez, respectivamente; dirigentes de la UJC, los movimientos juveniles y otros invitados.
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