Autor: Hugo Manuel Rivero Rosales | [email protected]
Autor: Alejandra García | [email protected]
Apesar de las tensiones que vivió el mundo en octubre de 1962, con la posibilidad de una guerra nuclear, en Cuba nadie tuvo miedo y fue gracias a Fidel y a un pueblo identificado con su líder, aseguró este martes el Doctor Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
El triunfo revolucionario del 1o de enero de 1959 trajo consigo el asedio constante de los Estados Unidos hacia Cuba, explicó Suárez, quien impartió una conferencia en la Casa del Alba, en La Habana, sobre el liderazgo del
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante la Crisis de Octubre de 1962.
La implementación y recrudecimiento paulatino del bloqueo económico, los sucesivos intentos de asesinar a los principales líderes de la Revolución y las amenazas de una invasión mercenaria proveniente de ese país norteño, son solo algunos ejemplos, añadió.
Luego de la invasión por Playa Girón en abril de 1961, la Unión Soviética (URSS) percibió la verdadera amenaza que representaba los Estados Unidos para la Isla. A pesar de la victoria rotunda de Cuba, los norteamericanos no cesaron en sus intentos de acabar con la Revolución y se temían nuevas agresiones, explicó Suárez.
Por eso, “proponen a Cuba colocar misiles en territorio nacional como medio de defensa”, agregó el investigador.
La decisión de permitir que la URSS instalara sus misiles en la Isla, “hay que entenderla en su contexto. La Revolución tenía un grado de confianza muy alto en la Unión Soviética y, como expresara Fidel, “yo creo que más de la cuenta”.
Pero “pocas veces brilló más alto un estadista” en aquellos días de octubre, como escribiera el Comandante Ernesto Che Guevara en su carta de despedida a Fidel en 1965.
La raíz de esa convicción del Che, según Suárez, es que Fidel supo “colocar la dignidad del pueblo de Cuba en el sitial más alto de nuestra historia”.
El Comandante en Jefe “no aceptó ninguna de las variantes de inspección propuestas por Estados Unidos, ni en tierra, ni en aguas jurisdiccionales”, argumentó Eugenio Suárez.
También “supo preparar al pueblo para no amedrentarse y estar dispuesto –aseguró– a defender los principios de igualdad jurídica, autodeterminación y soberanía, y enfrentar cualquier agresión”.
Suárez resaltó, además, que “Fidel tampoco se acobardó ante las negociaciones a escondidas que se produjeron entre EE.UU. y la Unión Soviética para retirar los misiles del territorio nacional… Él nos enseñó a no temerle a Octubre”.
Durante la conferencia, se recordaron las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, pronunciadas pocos días después de la retirada de los misiles: “Esto no quiere decir que nos desarman. Yo puedo asegurarles que contamos con formidables medios de defensa(…) Se marchan las armas estratégicas, pero todas las demás permanecen en nuestro país”.
La conferencia de Suárez recordó el aniversario 55 del paso a la condición de paz de las fuerzas armadas soviéticas y las tropas del Pacto de Varsovia, oficializado el 21 de noviembre de 1962.